“La cadena de la soja puede generar 400 mil puestos de trabajo en 10 años”, indicó Mario Bragachini, coordinador del proyecto cosecha y poscosecha del Inta Precop, en el marco de INTA Expone 2011 de la Región Pampeana.
La fórmula del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria para el crecimiento es agregar valor en origen para generar trabajo y duplicar la producción. Bragachini explicó que “ésta es una ecuación que motiva a todos: por ejemplo, en la cadena de la soja, el paso de la producción primaria hasta la góndola, en 10 años, puede generar 400 mil puestos de trabajo”.
“Las 31 cadenas agroalimentarias de la argentina generan 1,9 millones de puestos de trabajo. En el caso de la soja, actualmente, genera 197 mil puestos de trabajo, el 10 por ciento de lo que generan las cadenas agroalimentarias, pero se lleva el 58% del área de siembra”, señaló durante el fin de semana.
Por este motivo, insistió con “agregar valor a estos granos y convertirlos en producto balanceado con posibilidades de que se transformen en carne bovina, porcina, caprina, aviar, leche y también pescado (agroacuicultura); así llegaremos al año 2020 con 400 mil puestos de trabajo sólo en esta cadena”.
En esta línea, Cristiano Casini, coordinador de agroindustria del INTA, remarcó que el objetivo de la institución es que en los próximos 10 años la Argentina sólo exporte productos con agregado de valor.
Con la agroindustria como foco, el coordinador estimó que de las 100 millones de toneladas proyectadas para 2011, el 45% se almacenará en bolsas plásticas: “El desafío es agregarle valor a los granos que están dentro de la bolsa, transformándolo en expeller, harina y carne hasta llegar a la góndola”.
“Desde el INTA trabajamos en el agregado de valor para nuevos nichos productivos: como la piscicultura. Debido al potencial de desarrollo que posee la actividad en el norte del país, siendo en la actualidad el feedlot el que más crece, incluso supera al de pollo, cerdos, vacunos y de la leche”, expresó Casini. Para lograr un óptimo rendimiento en el final de la cadena, la clave está en la calidad al inicio del proceso productivo.
Marcelo Tolchinsky, especialista en mejoramiento genético y director de la estación experimental agropecuaria del INTA en Marcos Juárez (Córdoba), puntualizó que “en soja, no debemos perder de vista los aspectos referidos a materia grasa, proteínas, enfermedades y plagas”.
“En los estudios que realizamos a campo apuntamos a obtener materiales con muy buena respuesta de rendimiento y calidad para que favorezca a los últimos eslabones de la cadena”, indicó Tolchinsky. Ya con un grano de soja de calidad, el proceso de extrusado-prensado permite volcar a la producción “un concentrado con un importante contenido proteico, de entre 40 y 47% sobre sustancia seca”.
Así lo dijo José María Méndez, especialista del INTA Totoras (Santa Fe) quien subrayó que “en la actualidad se procesa en origen dos millones de toneladas de soja”.
El proceso de extrusión es el único capaz de cocinar, expandir, esterilizar, deshidratar parcialmente, estabilizar y texturizar los granos en general y las oleaginosas en particular.
Esta nueva actividad productiva devuelve expeller de muy alta calidad, además, “al ser realizada en pequeñas plantas pymes genera un alto impacto económico y social”, destacó Méndez. INTA Expone es una mega muestra que comenzó el viernes 15 de abril y finaliza este domingo, en Marcos Juárez.
Fuente: Noticias Argentinas