A partir del rastrojo poscosecha y la cascarilla descartada en el proceso de molienda de arroz se puede obtener un biomaterial útil para la industria farmacéutica y alimenticia. Se trata de la sílice amorfa, que es un producto utilizado en industrias como la alimentaria y la farmacéutica. Actualmente, la Argentina importa la totalidad de este producto, del cual hay una demanda de 6,8 millones de toneladas anuales
El investigador Julián Baccaro, estudiante de Ingeniería Química y becario del INTI, lideró este trabajo de transformación, junto a un equipo conformado por agentes de INTI e INTA, para el agregado de valor a partir del aprovechamiento de los desechos
En la actualidad, el rastrojo y la cascarilla no son aprovechados para agregar valor. De rastrojo se genera el mismo volumen que cantidad de arroz cosechado y, muchas veces, es quemado, generando contaminación ambiental. Por su parte, si bien la cascarilla es reutilizada para la cría de pollos, su valor de comercialización es muy bajo.
“Este desarrollo tendrá un fuerte impacto en la economía regional, ya que hablamos de una de las actividades económicas más significativa para el noreste argentino”, sostuvo Baccaro.
ARROZ
Durante la investigación se cuantificó y caracterizó la sílice amorfa obtenida a partir de cascarilla y rastrojo de arroz, utilizando siete variedades distintas cultivadas en la provincia de Corrientes. La sílice se obtiene por un proceso sencillo que implica un pretratamiento y la calcinación del residuo. El producto obtenido libre de impurezas y de iguales características que la sílice del mercado como la que se obtiene en EE.UU., China y Europa.
Además se determinó que el valor de la sílice en la composición del rastrojo y la cascarilla difiere según la variedad de arroz, con valores máximos de 15,4% en rastrojo y 24,5% en cascarilla.