El exceso de regulación sobre los OGM “es responsable de la muerte de millones de personas”, arrancó diciendo el profesor Ingo Potrykus, presidente del International Humanitarian Golden Rice Board, de Suiza.
Al tirar la primera piedra, el responsable del proyecto alimentario de arroz dorado rompió el cristal de la ética acartonada y ofreció realidad a una audiencia de más de 800 personas que se aglutinaron en la UCA: “Unas 6 mil personas mueren por día y 500 mil desarrollan ceguera, cuando podemos usar la ingeniería genética para solucionar estos problemas de desnutrición”. Sin embargo, “cuando presentamos el arroz dorado dijeron que era un experimento y los opositores presentaron un reclamo diciendo que los niños debían comer 9 kilos diarios para que sea efectivo en cuanto a la provisión de provitamina A, un cuestionamiento realmente estúpido y sin sustento”, dijo Potrykus. Si se reemplazara el consumo de arroz convencional por el Golden Rice, “se superaría la desnutrición, la muerte y la ceguera, sin mayores costos de producción”, garantizó Potrykus, antes de lamentar que “la excesiva regulación de estos países, que no nos permitió ni siquiera realizar trabajos a campo”.
En el caso de este arroz, una planta produciría mil semillas cada 20 grs. Y 20 mil t del producto alimentarían a 100 mil personas por año, dijo el experto, como una forma de demostrar la simpleza de la solución que planteaba.
Un dato agregado es que Monsanto cedió la patente internacional del cereal. Sin embargo, la reglamentación en el sudeste asiático establece que el Golden Rice, por ser transgénico no va a poder llegar a los productores hasta 2009. Potrykus explicó que la biotecnología está “despegando, pero apoyada en sólo 4 cultivos (trigo, soja, maíz y algodón) desarrollados por el sector privado de EE.UU. Y yo, como científico del sector público, quiero usar la biotecnología para cuestiones humanitarias”. Así, adelantó que se está investigando en la incorporación de vitamina E, zinc y hierro, y “en los próximos 5 años va a haber muchas novedades en biofortificación”. Unas 3 mil millones de personas sufren deficiencias de zinc y hierro.
A sabiendas de esto, el científico concluyó: “Como sociedad tenemos la responsabilidad de desdemonizar a los transgénicos, porque de lo contrario la historia nos hará responsables de la muerte de millones de personas y eso es un crimen de lesa humanidad”.
Derribando fronteras
“Nosotros tenemos la CONABIA que es modelo para el establecimiento de regulaciones en otros países. Es un referente mundial y estamos constantemente perfeccionando gente de otras partes del mundo”, dijo Sandra Sharry, presidente del Congreso BairesBiotec.
Pero el conflicto por las regalías, por ejemplo, podría opacar estas perspectivas. Para Sharry, “esto es importante, pero no creo que podamos seguir adoptando tecnologías de otros lugares. Hay que hacer desarrollos nacionales para poder, incluso, exportarlos. Simplemente, hay que apostar a esto”.
En sintonía, el secretario de Agricultura, Miguel Campos, diagnosticó que lo “que está fallando en el país es la formación de redes, para generar sinergias y consolidar un nuevo paradigma en la Argentina: la genómica funcional”.
Marianela Garbini | mgarbini@infocampo.com.ar
