La excursión del empresario estadounidense Bill Gates, fundador de Microsoft, por tierras africanas tuvo su correlato agropecuario.
Estuvo en una zona rural de Kenia en la cual incursionó en el oficio de los agricultores locales y conoció de primera mano los testimonios de una zona muy golpeada por la sequía y la carencia alimentaria.
“Planté semillas tolerantes a la sequía, alimenté y pesé pollos y usé un teléfono móvil para monitorear las previsiones meteorológicas”, contó en su blog.
El encuentro con la agricultora Mary Mathuli en el condado de Makueni, al sureste de la capital del país, Nairobi, se dio en el coctexto de una gira del empresario acerca de los impactos del cambio climático.
“Llegué a la casa de Mary esperando escucharla hablar sobre las sequías récord y las cosechas más pequeñas que muchos agricultores están experimentando en África. En cambio, para mi sorpresa, me llevó a sus campos para mostrarme las innovaciones que le permiten seguir cultivando y obtener ingresos para mantener a su familia, a pesar de los cambios drásticos en las precipitaciones y los patrones climáticos”, detalló.
Según relató, la agricultora invitó al propio Gates a poner manos a la obra en su parcela.
“Me puso a trabajar para que pudiera entender cómo estos nuevos insumos y prácticas agrícolas pueden marcar una gran diferencia en sus vidas. Esta experiencia me enseñó un par de lecciones importantes”, indicó. “Primero, mis habilidades agrícolas, como sostener un pollo y balancear una azada, necesitan algo de trabajo”, afirmó.
El África subsahariana es una región del planeta en la cual más de la mitad de la población trabaja en la agricultura. Se estima que allí se produce alrededor del 80% por ciento del suministro de alimentos del continente.
“Y la mayoría de las personas que hacen el trabajo son mujeres. Me impresionó el espíritu emprendedor de Mary y su optimismo. Parecía aprovechar todas las oportunidades para probar nuevas tecnologías y prácticas agrícolas. Es una de las razones por las que la Asociación de Productores de Cereales la capacitó como agricultora modelo y asesora comunitaria, una organización que trabaja con pequeños agricultores para ayudarlos a mejorar su productividad”, detalló el magnate.
UNA ZONA CASTIGADA POR EL CLIMA
Según lo que precisó el propio Gates en su relato, la región del África subsahariana representa solo alrededor del 4% de las emisiones de carbono en todo el planeta. Sin embargo, las consecuencias del cambio climático allí se hacen sentir mucho más que en otras geografías.
“El continente está soportando la peor parte de los impactos del cambio climático. Las pérdidas relacionadas con el clima en muchas granjas africanas son más del doble de las observadas a nivel mundial”, afirmó.
En Makueni la producción de maíz “ha estado cayendo desde 1994”, aseguró Gates. Y se lo atribuyó “en gran parte debido a cambios en el clima”.
“Mary y otros agricultores en Kenia están adoptando algunas herramientas y prácticas nuevas e increíbles que pueden limitar las pérdidas de cultivos y ayudar a que sus granjas prosperen incluso en condiciones climáticas extremas”, ponderó.
Gates enumeró las prácticas en desarrollo de semillas tolerantes a sequía y habló de las “bolsas de semillas mejoradas” con las que se trabaja en la granja.
“Algunas de las variedades más exitosas han sido desarrolladas por investigadores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo, una organización increíble que forma parte de una asociación global llamada CGIAR que se enfoca en mejorar la seguridad alimentaria”, contó.
“Otras variedades tolerantes a la sequía han sido desarrolladas por socios locales como la Organización de Investigación Agrícola y Ganadera de Kenia (KALRO), a quien también tuve el placer de visitar en Nairobi”, relató.
AVICULTURA EN KENIA
Uno de los momentos capturados por los fotógrafos que viajaron junto a Gates fue el de la visita al gallinero. “Los pollos sirven como una especie de cobertura contra los riesgos climáticos porque pueden proporcionar una fuente confiable de ingresos, incluso en épocas de clima extremo”, contó.
Mary vende huevos y pollos adultos para carne en su mercado local. Además hace lo mismo con pollitos que vende a otros granjeros para que puedan criar sus propios rebaños. “
“Los pollos adultos solo se pueden vender cuando pesan alrededor de 1,5 kilogramos, una medida que se hace por instinto y no en una balanza. Me pidió que juzgara el peso del pollo en mis manos”, recordó.