“No se trata de un plan integral sino que son medidas que apuntan a evitar una disminución de los escasos dólares en poder del Banco Central”, afirmaron los economistas Gustavo Reyes y Jorge Day, de IERAL Fundación Mediterránea de Mendoza, en relación a la implementación del dólar agro para las economías regionales, que recientemente adicionó el “dólar maíz”.
Según estimaron, el Banco Central podría comprar más de u$s 2.000 millones extra, un 8% de las reservas brutas del Banco Central, de los cuales u$s 1.500 millones corresponderían al maíz.
Sin embargo, señalaron que para la economía mendocina -y en general para la mayoría de las economías regionales– la medida no tiene mayores impactos.
“Más del 75% de las exportaciones mendocinas corresponderían a las denominadas “economías regionales”, que son productos primarios agrícolas y agroindustriales, de los cuales se destacan los vitivinícolas”, afirmaron.
“En el tercer trimestre del año pasado, esas exportaciones “regionales” sumaron unos u$s 300 millones, por lo cual, extrapolando, podría esperarse que para agosto esas ventas externas alcancen los u$s 100 millones”, expresaron.
Por eso entienden que un porcentaje no muy alto de esa cifra podría cobrar el dólar de $ 340. “En este caso, es posible que el programa genere pocas exportaciones adicionales”, expresaron.
“Es decir, más que generar más dólares para el Banco Central, es un programa para asistir a los exportadores regionales, dada su menor competitividad”, estipularon.
EL PROBLEMAS DE LAS IMPORTACIONES
Además, el documento plantea el problema que significan las restricciones para la importación. “En este caso, algunos se benefician comprando con dólar barato, pero otros no, y no hay criterios claros de cómo se seleccionan a los beneficiarios”, afirmaron.
“La impresión es que las medidas son una de cal y otra de arena para los exportadores de productos regionales. Los benefician con un dólar más caro para vender, y los perjudican con un dólar más caro para importar insumos y para pagar servicios”, estipularon.
En el IERAL Mendoza entienden que una empresa puede decidir si entra o no en el programa, dependiendo de si puede cumplir con los trámites, y si le conviene entrar en Precios Justos.
“En cambio, no le quedará otra que recurrir al dólar caro para importar y para pagar servicios, si es que quiere mantenerse en la actividad. O sea, beneficios inciertos, costos ciertos”, apuntaron.
“Para las otras empresas que no exportan productos regionales, es puro costo, al pagar más caras las importaciones. Claramente es otro caso de mecanismos rebuscados, creados para evitar el temido salto devaluatorio”, aseguraron.
Indicaron que “está más diseñado para commodities pampeanos”, los cuales “son más rápidos para colocar en el mercado y para cobrar”.
“Es un programa de corto tiempo, por lo cual difícilmente influya en decisiones de inversiones y de contratación de personal”, cerraron.