El informe trimestral de ventas de maquinaria agrícola que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dejó en claro que, por ahora, no hay nada que frene el empuje que arrastra el sector desde que comenzó la pandemia de Covid-19.
En el primer trimestre, la facturación de las empresas, tanto las nacionales como las extranjeras, se incrementó 74,8% con respecto al mismo período del año pasado, alcanzando los $ 44.177,5 millones.
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Por rubros, los tractores presentaron el nivel de ventas más alto, con $ 16.310,1 millones, lo que significa una suba interanual de 67,5%. Las sembradoras, en tanto, aumentaron 91,2%; las cosechadoras, 81,7%; y los implementos, 70,6%.
En la medición por unidades, las cosechadoras fueron las que más crecieron (43,5%), seguidas por los tractores (26,5%) y las sembradoras (19,2%). En cambio, se vendieron 4,6% menos implementos, como pulverizadoras, tanques, mixers y tolvas, que en los primeros tres meses de 2021.
IMPORTACIONES
No obstante, estos números no significan que la industria de maquinaria agrícola esté aprovechando al máximo la potencialidad de un mercado demandante.
Durante la presentación de la nueva línea de cosechadoras TRION de CLAAS en la ciudad de Oncativo, Córdoba, el vicepresidente de Operaciones Comerciales de la firma, Eduardo Gross, reiteró un pedido que vienen formulando hace tiempo las empresas extranjeras que ensamblan equipos en Argentina y que sufren por las demoras en aprobar las licencias de importación.
“Tenemos previsto un crecimiento en porcentaje para este año en Argentina, pero sabemos que necesitamos mayor fluidez en el ingreso de maquinarias. Eso es lo que no nos permite terminar de definir cuánto podemos crecer”, señaló Gross.
Ante la consulta de Infocampo sobre cómo estaba concretamente la situación de las importaciones, Gross se limitó a reiterar en que esperan “mayor fluidez” por parte de las aprobaciones del Gobierno.
También subrayó que el año fiscal de CLAAS termina en septiembre, “por lo que estamos todavía en la mira de poder cumplir el plan prestablecido”.
En el caso de esta compañía, Gross señaló que, en las cosechadoras, un 30% de las partes son locales y el 70%, importadas.
Según el INDEC, el 95,1% de las cosechadoras que se vendieron en el primer trimestre fueron de producción nacional, aunque ese porcentaje incluye a las firmas que tienen plantas ensambladoras en el país, pero a la mayoría de los componentes los traen desde el exterior.