El Gobierno dispuso aumentar los reintegros a las exportaciones de los productos de las economías regionales, en el marco del proceso de revisión y reestructuración integral sobre el régimen de estímulos a la exportación.
Mediante el decreto 1207/2016, publicado hoy en el Boletín Oficial, se modifican las alícuotas del beneficio establecidos en el anterior decreto 509 de mayo de 2007 a fin de dotar de mayor competitividad a los productos derivados de ciertas industrias del sector pesquero, frutícola y lanero.
La norma recuerda que el Estado nacional ha iniciado la implementación de medidas efectivas tendientes a revertir los indicadores negativos de la economía argentina teniendo particularmente en cuenta la situación de las diversas economías regionales.
El decreto busca darle condiciones competitivas a la producción frutícola, que contribuye en buena medida al crecimiento social y económico.
En tal sentido, “en el plano económico, social y comercial, se estima oportuno y conveniente promover la actividad”, recuperando los niveles del Reintegro a la Exportación que a la fecha se encuentran reducidos, en una cadena productiva generadora de puestos de trabajo.
Por ello, el incremento de los niveles del beneficio “favorecería la producción de frutas y sus ramas industriales derivadas e incentivaría su comercialización”, señala el decreto en sus considerandos.
En lo que respecta a la producción de lanas, indica, “resulta oportuno promover también dicha actividad de igual manera que la producción frutícola, dado que es otra cadena de valor relevante y generadora de puestos de trabajo”.
Y, a partir de la evaluación de la situación de las pesquerías, “se observa una situación de crisis de la actividad pesquera, lo que pone de manifiesto que resulte razonable, conveniente y oportuno modificar los niveles del Reintegro a la Exportación aplicables a los productos de especies relevantes para el sector pesquero”.
“Particularmente las pesquerías de merluza común y de langostino señalan una alta carga de los costos internos en relación con el precio de exportación de los mismos”, advierte.
Según la norma, “la caída de los precios internacionales de otros varios productos de la pesca y el alza de costos internos, agudizan la situación de crisis del sector, por lo que resulta necesaria la instrumentación de medidas que recuperen la competitividad y viabilicen el sostenimiento de la actividad”.
Y que el incipiente desarrollo de la acuicultura en el país requiere el apoyo de aquellas actividades que ya están en producción, ya que junto a la actividad pesquera, genera “impactos positivos en las economías regionales, principalmente en el empleo”.