Estas 20 hectáreas son colindantes con la Terminal Granelera (Unidades VI y VII), que hoy explota la empresa Servicios Portuarios. La zona en cuestión se ubica, fundamentalmente, entre la dársena que da al río y el acceso sur, por un lado, y entre las prolongaciones de las calles Ayolas y Lamadrid, por otro.
La dársena es, en realidad, una pequeña laguna, producto del nivel de embancamiento que tiene su boca.
El convenio que se anunció el 20 de junio en Rosario implica que la Nación dispondrá los fondos para llevar adelante esta obra, y la provincia, a través del ENAPRO, realizará los estudios para desarrollar el proyecto, para lo cual firmará un acuerdo específico.
Se estima que el costo de las obras alcanzará los 30 millones de pesos, ya que se tiene que rellenar y pilotear la dársena, construir muelles para barcazas en la nueva ribera, y dotar de acceso ferroviario a la Terminal Granelera.