En algo coinciden los especialistas y es en que nada es tan variable e imprevisible como el clima de los últimos años. Aún así, los técnicos del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar y los Centros Meteorológicos Internacionales aseguran que las tendencias muestran una probabilidad mayor para que ocurra un año Niño, lo que significa lluvias más abundantes de lo habitual. Aún se desconoce su intensidad.
De acuerdo con Carlos Di Bella –director del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar–, “las tendencias con respecto al fenómeno ENSO muestran para los próximos meses valores de probabilidad mayores para la ocurrencia de un evento El Niño en las próximas campañas agrícolas”.
“De todos modos, –aclaró– para conocer su intensidad es necesario esperar más tiempo a fin de interpretar más señales”.
En referencia al fenómeno climático en sí, Di Bella explicó que “el Niño es consecuencia del calentamiento de las aguas superficiales de una gran franja del Océano Pacífico tropical, hecho que ocurre en períodos de entre 3 a 7 años y oscila entre 1 y 3°C, respecto de las cifras normales”.
“Este calentamiento oscilante y el patrón de enfriamiento –detalló– afectan directamente a la distribución de las precipitaciones en las zonas tropicales y puede tener una fuerte influencia sobre el clima en los otras partes del mundo”.