La noticia de la apertura del mercado chino a las legumbres argentinas fue una buena noticia para el país, aunque abre algunos frentes que complican a pequeños productores del sector.
Al menos así lo consideraron productores del sur de Santa Fe nucleados en FAA Regional Sur y de la Asociación de Productores Agropecuarios de la misma zona. Es que, según describen, ya existe en el mercado una carterización que dará paso a la producción vertical integrada y derivará en el riesgo de que impacte en el precio y abastecimiento del mercado interno.
“De los 361 productores de arveja de Santa Fe que producen cerca de 13.000 hectáreas, el 10 % de los productores concentran prácticamente el 50% de la superficie sembrada; un 20%, más del 25% de la misma y, por lo tanto, el 70% de los productores realizan sus labores sobre el 25% de la superficie sembrada”, explicaron.
Según los productores, con la demanda china crecerá la demanda de tierras, lo que generará que se desplace al pequeño productor arverjero y se compita con los pequeños productores sojeros arrendatarios. “No se debe desaprovechar el potencial que brinda el nuevo mercado de exportación. Pero siempre será más equitativo y racional que sea de la mano de los pequeños y medianos productores que viven en nuestra zona. Sin la presencia de un Estado que impulse, reordene, acompañe y privilegie desde el primer eslabón de la cadena es casi imposible lograrlo”, consideraron.
Pero al cuadro de situación se suma la sequía de verano, que impactó en los rindes promedios de soja en la zona y no se pudieron cubrir los costos de alquiler. Y a la falta de la declaración de emergencia por parte del gobierno provincial se agregó la “imprecisión” en lo referente a la devolución de retenciones y la incertidumbre que genera la pandemia de coronavirus.
“Los datos claros de la realidad indican que estamos ante una nueva camada de productores prestos a desaparecer en el sur de la provincia de Santa Fe y norte de la provincia de Buenos Aires“, advirtieron los chacareros.
En ese sentido, remarcaron que el financiamiento será “el principal insumo para encarar la siembra de legumbres o el nuevo ciclo agrícola”. Y adelantaron: “Los contratos de arrendamiento van a volver a estar sobre el tapete en la nueva campaña.
“El nivel actual que exhiben las tasas de interés que ofrecen los bancos son un salvavidas de plomo. Se debe subsidiar la tasa de financiamiento para los productores que se declaren en emergencia por sequía“, afirmaron.