La rinoneumonitis equina es una enfermedad contagiosa generada por un herpes virus que causa en estos animales signos respiratorios, neurológicos y abortos en yeguas preñadas.
Actualmente, esta patología se halla presente en nuestro país. Sin embargo, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España detectó un comportamiento atípico en las manifestaciones clínicas de los animales infectados por la cepa HVE1 en un centro hípico de la ciudad de Valencia, perteneciente al país europeo.
Debido al brote, la Federación Ecuestre Internacional (FEI) canceló en 10 países del viejo continente los eventos internacionales. Por su parte, en Valencia suspendieron las actividades ecuestres en la región hasta el 28 de marzo así como también nuevas competiciones internacionales en España que impliquen un desplazamiento de caballos.
En este marco, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) tomó las medidas correspondientes para el resguardo de la situación sanitaria argentina.
Al respecto, solicitó oficialmente tanto la información epidemiológica a las autoridades sanitarias de los países afectados como también el cumplimiento de requisitos adicionales para las exportaciones de equinos. Además, para evitar el ingreso de la cepa, reforzó los controles post-ingreso.
Durante lo transcurrido del 2021, ingresaron solamente cuatro equinos procedentes de Europa en dos tandas. Todos los animales superaron favorablemente los controles post-ingreso oficiales y no se halló signos clínicos en ninguno de ellos.
En tanto, los equinos que ingresen al territorio nacional de forma temporal o definitiva deberán cumplir los requisitos sanitarios que establecen las resoluciones Mercosur N° 8/2018 o 9/2018, respectivamente.
En cuanto a las exigencias establecidas, el país exportador debe certificar que los animales proceden de establecimientos que no fueron sometidos a restricciones sanitarias durante los últimos noventa días previos al embarque.
A la vez, todos los animales a exportar cumplirán obligatoriamente un periodo de aislamiento o cuarentena pre-exportación bajo supervisión oficial en el país de origen por un período mínimo de catorce días. Durante el embarque, deberán pasar por una nueva examinación en donde se deberá constatar la ausencia de signos clínicos de enfermedades trasmisibles.
Como complemento a esos requisitos, se deberá realizar una prueba diagnóstica para comprobar la ausencia del virus tanto en los ejemplares de exportación como también un certificado adicional que constate que tampoco esté presente la cepa en el predio de donde provienen.
En cuanto a la enfermedad, su periodo de incubación varía entre uno y diez días y se trasmite a entre caballos a través del contacto cercano y la tos. A su vez, cabe destacar que no afecta a las personas ni a otras especies animales.