Según el estudio de la Asociación Latinoamericana de Industriales Molineros, Argentina y Uruguay encabezan la lista de los países de la región con mayor consumo per cápita de harina de trigo, alcanzando una cifra aproximada de 90 kilogramos anuales.
En este sentido, y debido al alto consumo, es que se planteaba el desafío de enriquecer el producto. Así lo hicieron entre la empresa argentina Morixe y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en el desarrollo de una premezcla para panificados fortificada en proteínas y fibras.
“Obtuvimos un producto que, en lo que se conoce como una porción de pan (equivalente a 50 gramos), aporte proteínas con un determinado perfil de aminoácidos establecidos por Naciones Unidas. Para lograrlo, sustituimos parte de la harina de trigo por otras materias primas como arveja amarilla, soja y derivados tanto lácteos como de huevo”, detalla Mariana Sánchez, coordinadora de proyectos de desarrollo vinculados a alimentos en el INTI.
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Por su parte, desde la marca, destacaron la calidad del producto. “Está elaborado en su totalidad con ingredientes nacionales, sin aditivos químicos o de síntesis y si bien su precio estará por encima de la harina leudante de la marca. En términos de costo-beneficio, será la harina más competitiva del mercado“, destaca Rafael Caderosso Tobler, director comercial de Morixe.
Mercados
El nuevo producto estará disponible en supermercados y dietéticas de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Para su desarrollo se trabajó durante un año en su formulación y actualmente Morixe la produce en su planta de Benito Juárez, provincia de Buenos Aires.
“Con un 1 kilo de nuestra harina proteica aporta la misma cantidad de proteínas que 1 kilo de carne vacuna y un 20% más que 1 kilo de pollo”, afirmó el directivo de Morixe.