El complejo agroexportador registró una caída en los despachos de aceite y harina de soja, a partir de una menor disponibilidad de materia prima y un retroceso en los niveles de molienda. Ante este escenario, los envíos de estos subproductos por parte de Brasil crecieron en volumen y facturación.
De acuerdo a estadísticas del sector exportador, las ventas externas de aceite de soja en julio cayeron un 40% en relación al mes previo, al pasar de 501.267 toneladas a 295.830 toneladas.
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Al extender el análisis a los primeros siete meses del año, tanto harina como aceite mostraron un retroceso interanual en sus ventas. En volumen las operaciones cayeron en 16,8 y 3,7 millones de toneladas, respectivamente, con una industria que en ese periodo procesó 23,5 millones de toneladas de soja, un 9,1% menos, según la Secretaría de Agricultura.
IMPACTO PRECIOS
“La vigencia de valores más altos en el mercado internacional para estos productos enmascaró el impacto de las menores ventas en el ingreso de divisas”, destacaron. Los números sostienen esa afirmación, con una facturación de U$S 11.503 millones, que si bien fue superior en apenas un 0,4%, hizo que no decaiga el ingreso de dólares.
En esta campaña, los exportadores estimaron que los productores vendieron menos soja porque comercializaron el 99% de sus existencias de trigo, un 72% de maíz y un 71% de girasol. “El productor hizo caja con estos tres productos y retuvo la soja como reserva de valor”, señalaron. Queda por ver como impactará el “dólar soja” en los stocks de soja durante septiembre.
LOS NÚMEROS DE BRASIL
El vecino país aprovechó esta situación y engrosó el nivel de envíos de subproductos sojeros. En los primeros seis meses del año, sus ventas externas de harina y de aceite de soja sumaron crecieron en 10,4 y 1,27 millones de toneladas, respectivamente.
Este mayor tonelaje y los buenos precios internacionales marcaron un fuerte crecimiento en el ingreso de divisas. Las ventas conjuntas de estos productos generaron, entre enero y junio, una facturación de U$S 7.306 millones, un 65,7% con respecto al mismo segmento de 2021.
En ambos países la cosecha de soja 2021/2022 fue inferior a la anterior, con una caída de 46 a 44 millones de toneladas para la Argentina y de 138,15 a 124 millones de toneladas para Brasil.