La llegada de Javier Milei a la presidencia a partir del próximo 10 de diciembre ha generado una fuerte expectativa en el sector agropecuario.
Entre las promesas de campaña del candidato de La Libertad Avanza, una de ellas apunta a dejar atrás el actual intervencionismo del Estado y pasar a un modelo totalmente liberal.
Para el mercado ganadero de Rosario (Rosgan), hay que recordar que Argentina está alejado de “las políticas agrícolas adoptadas en gran parte del mundo”.
AYUDA AL CAMPO
La bolsa rosarina tomó como punto de partida el último informe de Seguimiento y Evaluación de la Política Agrícola 2023 elaborado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), que reveló la gran brecha que existe entre Argentina y el resto del mundo, al momento de medir el apoyo que recibe el sector productivo por parte de sus respectivos gobierno.
“Resulta más que elocuente observar que, a diferencia de lo que sucede en la mayoría de los países incluidos en este informe de la OCDE, los productores agropecuarios argentinos pagan impuestos mediante el sostenimiento de precios negativos”, advirtieron.
Y agregaron: “Los impuestos a las exportaciones o retenciones, constituyen la intervención de mercado más importante y la principal fuente de transferencias impulsados por políticas, de los productores al Gobierno”.
TRANSFERENCIAS DE RECURSOS
En 2022, de acuerdo a los cálculos de la OCDE, la ayuda neta recibida por el productor argentino implicó una extracción de casi U$S 9.500 millones de dólares. Esto representa transferencias del sector productivo hacia el Gobierno, que un 95% se destinaron a subsidiar el consumo.
Medido en términos de los ingresos percibidos por el productor agropecuario, estas “transferencias” representan un 13% de los ingresos. En competidores como Brasil, sus productores reciben ayudas gubernamentales que lejos de extraer, mejoran sus ingresos unos 4 puntos porcentuales.
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— Rosgan (@rosgan_bcr) November 27, 2023
Si se pone bajo la lupa a economías con mayor grado de proteccionismo, en Estados Unidos el nivel de ayuda a los productores llega al 7%; en Unión Europea trepa al 14% y existen casos en países asiáticos que esta asistencia supera el 40% de los ingresos del productor.
“Sin embargo, Argentina es el segundo país más extractivo luego de India y comparte junto con Vietnam y Ucrania, el reducido grupo de países cuyos gobiernos lejos de generar aportes al sector agropecuario, imponen impuestos y restricciones que terminan recortando sus ingresos y, por ende, limitando la capacidad de reinversión”, analizaron.
EL ROL DE LA SOJA
Los productos agrícolas son los que generan las mayores transferencias de ingresos del productor al Estado, con extremos como la soja: solo entre 2020 y 2022 la presión represento cerca del 40% de los ingresos percibidos por el productor.
En el caso de la carne vacuna, también se da un esquema de transferencia neta del productor al estado, aunque con menor nivel de impacto directo. En ese período, representó cerca del 0,5% de los ingresos del sector productor
En paralelo al rol del Estado, en los últimos diez años la producción granaria en Brasil mostró un gran crecimiento, mientras que en nuestro país no logra dar el salto. El vecino país duplicó su producción de soja (80 a 160 millones de toneladas); creció un 70% la de maíz (80 a 140 millones de toneladas y se afianzó como el prinicipal como el principal exportador de carnes a nivel mundial.
“Argentina, si bien logró incrementar fuerte su producción de maíz -pasando de algo menos de 30 millones a 50 millones de toneladas-, lo hizo a expensas de decrecer ligeramente en producción de soja y prácticamente se estancó con un crecimiento ínfimo en producción de carne vacuna” concluyeron.