En lo que se refiere a la agricultura, se construyeron dos represas, para las cuales se destinaron u$s 125 por ha. En tanto que, en infraestructura para arroz, se invirtieron otros u$s 19 por ha.
La campaña 1998/99 también representó una gran crisis para la producción de arroz, que obligó a la empresa a hacer importantes cambios.
“Era una año de precios bajos para el cereal. Intentamos seguir produciendo porque la inversión inicial había sido muy alta y nos había generado un crédito fiscal de $ 400.000 que si arrendábamos era difícil de disminuir. Pero la situación se hizo insostenible y tuvimos que dejar de producir. Durante los siguientes cinco años el campo fue arrendado”, contó Gastón Darmandrail, de Bella Unión y miembro activo del CREA Mercedes.
Como toda arrocera que depende de una represa, la superficie que se destina al cultivo varía en cada campaña en función de las precipitaciones. Pese a eso, la empresa siempre utilizó tecnología de punta con el objetivo de obtener máximos rindes que, en promedio, se ubican en 7.400 kilos por hectárea (si se resta el año en el que se compró el campo y los dos años de arrendamiento).
La tarea de Innovar en el norte
Durante los primeros años de trabajo se desarrolló un sistema de destete precoz que involucraba el 100% del rodeo. Si bien esta tecnología era conocida y ya estaba probada por el INTA Concepción del Uruguay, aún no estaba implementada en la zona.
“Cumplimos los objetivos de destete precoz. Obtuvimos índices de preñez muy altos y logramos destetar a los 60 días. Nos costaba mucho llegar a una ganancia diaria de 650 gramos, pero la alcanzábamos mediante la suplementación”, recordó Darmandrail. “Sin embargo, no pudimos lograr el objetivo de llegar al 12% de renta. Si nos comparábamos con un sistema productivo de punta convencional, no obteníamos mejores resultados y nuestro costo por kilo producido era muy alto”, añadió.
Así fue como en la campaña 1998/99 los responsables de Bella Unión decidieron hacer un quiebre en el planteo de destete precoz, que significó una caída de hasta 6% en el índice de preñez. “El resto de los años pudimos mantener una preñez bastante estable, con pisos de 81% y techos de 93%”, aclaró Darmandrail.
Esquema cerrado
En la actualidad, Bella Unión cuenta con un sistema de rotación armado hasta el 2008/09. En una situación estabilizada, la empresa programa dos años de arroz y seis de pradera. Además, tiene un área de rotación de 2.300 ha. Con un planteo de ciclo completo, Bella Unión pasó a tener 45 potreros, en vez de los cinco iniciales. En 2004 la empresa manejó 1.700 cabezas de cría y 1.500 de invernada y, según sus administradores, el campo pasó a valer u$s700 por ha, contra los 500 que puede costar un establecimiento de cría sin demasiadas mejoras. Para el 2005/06, la empresa espera producir unos 460.000 kilos de carne, equivalentes a unos 125 kilos por ha, con un total de 3.400 cabezas . Además, proyecta alcanzar un resultado operativo de $ 552.558 antes de amortizaciones, equivalentes a $ 160 por cabeza o $ 1,20 por ha. La organización fue la base, y ahora Bella Unión tiene su plan a futuro de producción que demuestra que con estudios y análisis de situación se puede invertir a conciencia para generar siempre un crecimiento sostenido.