El Senasa analiza la posibilidad de contar para la próxima campaña de vacunación del rodeo nacional con una dosis que posee la cepa C, la misma que el servicio sanitario brasileño denunció como responsable del último foco aftósico en una isla del Estado de Amazonas.
Precisamente, a partir del brote detectado “estamos tomando precauciones, realizando análisis y viendo la posibilidad de incluir la cepa C en las vacunas para la próxima campaña”, dijeron a Infobae fuentes del servicio sanitario local.
El tema es que este tipo de cepa no registraba actividad viral desde hace nueve años en la región, según comentó Abraham Falzsuk, asesor del presidente del Senasa, Jorge Amaya.
La sorpresa de los organismos sanitarios de los socios del Mercosur radica en que la aparición del virus se produjo en una zona que no está aislada, por más que sea una isla, y que cuenta con movimiento de hacienda, pero que desde hacía 9 años no presentaba signos de la enfermedad.
Esta situación se presenta por demás preocupante porque o bien el virus siempre estuvo y no fue denunciado, o las actuales vacunas no están preparadas para atender un contagio con esta cepa.
En este marco, en el Senasa están trabajando para incluir en la vacuna local -que es bivalente en tipo O y A, y tetravalente en serotipos porque contiene los antígenos “A-24”, “A-2000” y “A-2004”- el tipo C.
“Ya se dispuso la producción de una vacuna monovalente con ese antígeno, para hacer frente a una eventual emergencia”, aclaró Falzsuk, quien garantizó no obstante que “las posibilidades de que la infección se extienda a nuestro país (desde Brasil) son bajas”.
Otro tema que está bajo análisis en el Senasa es la recontratación del banco de vacunas -donde se guardan distintos tipos de virus- que se encuentra en el laboratorio de Biogénesis, cuyo contrato está vencido desde agosto de 2003.
Por otra parte, las autoridades sanitarias paraguayas aclararon que la enfermedad detectada en vacunos de la localidad de Canindeyú, cerca del límite con Brasil y a unos 800 kilómetros de la frontera con la Argentina, sería rinotraqueitis infecciosa bovina (IBR, según su sigla en inglés) y elevaron el informe pertinente a la Oficina Internacional de Epizootias (OIE), máximo referente sanitario mundial.
Sin embargo, fuentes del sector ganadero argentino denunciaron que a partir de la detección de esta enfermedad los productores paraguayos decidieron vacunar, pero no contra la IBR, sino contra la aftosa. A sacar conclusiones.
Marianela Garbini
mgarbini@infobae.com