Los informes de cultivos que de manera semanal dan a conocer las Bolsas de Comercio de Rosario (BCR) y de Cereales de Buenos Aires trajeron alivio en las últimas horas, al coincidir en que el avance de la cosecha de maíz está mostrando que los daños de la ola de calor de fines de enero y comienzo de febrero no fueron tan graves como en algún momento se temía.
La Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR reportó en su análisis semanal para la zona núcleo que comenzaron allí a recolectarse los primeros lotes, con rindes que no alcanzaron los 110 quintales por hectárea que se presagiaban antes de las temperaturas extremas, pero que se ubican en un buen número de 100 quintales.
Es el caso Bigand, en donde la trilla largó la semana pasada y se detuvo por lluvias. En tanto, en el noreste bonaerense, zona de Baradero y San Pedro, los rindes van de 85 a 95 qq/ha. Allí, según la GEA, los técnicos afirman: “Estamos muy conformes, son buenos rindes para la zona”.
En resumen: “Lo que se nota en las encuestas de esta semana es que se consolida en muchas áreas una baja en las expectativas para el maíz temprano, pasando de 110/120 qq/ha a 100 quintales, como es el caso en Cañada de Gómez, María Susana, Bigand y Bombal, entre otros”, explican desde Rosario.
EL MAÍZ, LUEGO DE LA OLA DE CALOR
La gran incertidumbre, en este contexto, es saber cuánto se vio afectado en relación al peso de grano, en el final del ciclo del maíz temprano.
Pero hay buenas noticias: algunas zonas parecen haber escapado del este efecto “adelgazamiento”, como en Corral de Bustos, en donde proyectan medias de 120 qq/ha, o Carlos Pellegrini y El Trébol, con expectativas de 110 qq/ha.
En el oeste de Buenos Aires, en tanto, el panorama es otro: “Es difícil ponerle números al daño. Pero el problema está”.
La incógnita, además, también pasa por los maíces tardíos, que históricamente ocupan poca área en la zona núcleo (menos de 10%), pero en la campaña actual acapararon el 35%, debido a que El Niño recién trajo las lluvias a fines de octubre.
Al respecto, “hay una tanda del tardío (sembrado en la primera quincena de diciembre) que fue muy golpeada: la ola de calor lo agarró en plena floración. Hay situaciones muy divergentes, con zonas que han logrado minimizar el impacto y están muy bien y otras en las que los problemas se están tornando evidentes”, menciona el reporte de la GEA.
El centro-sur santafesino está entre las áreas favorecidas: el estado general es muy bueno y se esperan rindes de 100 qq/ha como promedio. Hacia el sur, en cambio, se proyecta una buena campaña, pero las expectativas se redujeron: en Bigand estiman 80 qq/ha para el tardío y 50 qq/ha para el de segunda.
No obstante, pese a que esperan una caída, en el noreste bonaerense los técnicos notan signos de recuperación. En cambio, en el noroeste mencionan problemas de fecundación por estrés termo-hídrico durante floración, con una distribución en la que en los lotes buenos el problema se reduce y en los overos o en las fechas de siembra más críticas, la problemática aumenta.
El Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Buenos Aires coincide en gran medida. Hasta ahora, en todo el país se han cosechado unas 154.000 hectáreas de maíz, con un rinde promedio de 85,3 quintales por hectárea.
Y en el caso de los núcleos productivos, la entidad porteña ubica también los valores cerca de 100 quintales: 98,5 para el Núcleo Norte (sudeste de Córdoba, centro-sur de Santa Fe y oeste de Entre Ríos) y 97,3 en el Núcleo Sur (noreste de Buenos Aires y sur de Santa Fe).
“Lluvias registradas sobre el centro-norte del área agrícola mejoran la condición de los planteos en dicha zona. No obstante, el oeste de la provincia de Buenos Aires reporta problemas en la polinización que genera mermas en el rendimiento esperado de planteos tardíos principalmente. Estos mismos problemas se han reportado en menor proporción, también en el Centro-Norte de Córdoba y Núcleos Norte y Sur”, informa el PAS.
LA SOJA, CON UN PANORAMA SIMILAR
En el caso de la soja, todavía no comenzó la cosecha, pero ya hay muchos lotes en la recta final y si bien hay lotes con daños, la condición general no es tan mala.
“Se nota una gran heterogeneidad de condiciones por la gran ola de calor entre enero y febrero. Se ven lotes en excelentes condiciones (20% del área) a regulares (3% del área). Desde el sur de Rosario y ya entrando en el noreste bonaerense se nota que ésta ha sido la zona con los mayores daños. Las mermas en rinde serán, al menos, de 10 al 15%”, cita la Bolsa rosarina.
También en el noroeste de Buenos Aires el estado de los cultivos es muy heterogéneo: hay lotes muy buenos y otros con grandes áreas con pérdida de plantas. En tanto, el centro sur y sur de Santa Fe es la zona que se encuentra en mejores condiciones, porque ubo una recuperación importante de la soja tras las lluvias de mediados de febrero.
Como ejemplo, en Cañada de Gómez y Carlos Pellegrini se estiman rindes de 40 a 50 quintales, pero en María Susana indican que se están viendo rodeos manchoneados por la ola de calor. Tras las lluvias, esos sectores solo completaron las escasas chauchas que tenían y hoy son los primeros que se están secando.
Otra región clave, como el sudeste de Córdoba, muestra lotes aún verdes, sin signos de senescencia. Allí se esperan rindes de 38 a 45 qq/ha.
En paralelo, la soja de segunda es el cultivo en el que más se notó la recuperación tras las lluvias. Hace un mes atrás, la intensa ola de calor había dejado un 50% de lotes en condiciones regulares; 40%, buenos y otro 10% bajo condiciones muy buenas. Hoy, con la recuperación de las lluvias hay 10% del área en condiciones excelentes, 30% muy buena, 50% en condiciones buenas y 10% que sigue bajo condiciones regulares.
“Las lluvias del primer fin de semana de marzo no solo ayudaron a mejorar la condición del cultivo, sino que mejorarán la producción de los lotes que se encuentran más atrasados. En el centro sur de Santa Fe se estiman rindes que van desde 28 a 40 qq/ha. En el sur provincial de 28 a 30 qq/ha. En el sudeste de Córdoba se esperan 30 qq/ha”, entusiasma la GEA.
Del mismo modo, el PAS de la Bolsa de Buenos Aires indiac que, colaboradores de las localidades de Berabevú y Piamonte, informan rindes esperados algo por encima de la media histórica. Sin embargo, desde San Martín de las Escobas reportan mermas en el rinde potencial de hasta un 30% debido a la ola de calor ocurrida a fines de enero y principios de febrero, pero con rindes cercanos al promedio histórico.