La amenaza regional que supone el Pequeño Escarabajo de las Colmenas (PEC), Aethina tumida, una plaga que causa graves daños en la producción apícola, se potenció para Argentina en los últimos días, luego de que se detectara la presencia del insecto en la localidad de Chuquisaca (Bolivia).
Cabe recordar que, en mayo, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ya había advertido sobre su presencia también en Paraguay, luego de que los primeros ejemplares se detectaran en 2016 en Brasil (es una plaga oriunda de África).
Esta situación genera una situación de alerta máxima para el norte argentino, debido al riesgo de que poblaciones de PEC traspasen las fronteras y ataquen las colmenas de esa región.
UNA PLAGA QUE ENCIENDE ALARMAS
“El PEC podría causar severos daños en las colmenas. Por ser un insecto volador su capacidad de vuelo es elevada y el ingreso al territorio argentino no solo puede deberse a enjambres o material vivo, sino también a su capacidad natural de dispersión”, advirtió Natalia Bulacio Cagnolo, especialista en sanidad apícola de la Estación Experimental Agropecuaria Rafaela INTA Proapi (Santa Fe).
El PEC se caracteriza porque se alimenta de miel, polen, huevos y larvas de abejas. El estado larval del escarabajo es el más nocivo porque destruye las estructuras de los paneles.
Alerta sanitaria por el Pequeño Escarabajo de las Colmenas
El insecto fue detectado recientemente en Bolivia. Ante el riesgo de ingreso al país, especialistas del @intaargentina colaboran con el @SenasaAR en la vigilancia permanente de las colmenas.
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— INTA Informa (@INTAInforma) July 14, 2022
“En su sistema digestivo tiene una levadura que, al defecar sobre los cuadros, ocasiona la fermentación de la miel”, explicó Bulacio Cagnolo.
Por eso, consideró fundamental hacer vigilancia y buscar los ejemplares adultos del escabarajo en los apiarios y, en caso de encontrar algún ejemplar sospechoso, notificar rápidamente al Senasa.
Es importante acercar a la oficina de Senasa más cercana los especímenes recolectados en un frasco con alcohol al 96%.
RECOMENDACIONES
En tanto, Bulacio Cagnolo enumeró algunas recomendaciones para minimizar el riego de infestación de los panales. Por ejemplo: “Mantener colmenas bien pobladas y con reinas jóvenes, ya que la fortaleza de la colonia es la mejor defensa”.
Además, señaló que es clave “disponer las colmenas en lugares ventilados y elevadas del suelo, mantener las inmediaciones del apiario limpias y con vegetación baja”.
Asimismo, señaló la necesidad de “no dejar material inerte en los apiarios, retirar los panales falsos, propóleos y restos de detritos de las colmenas”.
Al mismo tiempo, “se debe prestar suma atención al manejo de los espacios dentro de las colonias, tener cámaras de cría y alzas melarias sanas, sin rajaduras o hendijas, en donde pueda esconderse el escarabajo, controlar las prevalencias de Varroa (principal estresor de las colonias); no dejar trozos de panales, propóleos o material susceptible al pillaje en el apiario y mantener los cabezales siempre limpios para evitar la ovoposición de las hembras del PEC”, continuó Bulacio Cagnolo.
CARACTERÍSTICAS
Para distinguir al PEC, desde el INTA señalaron que:
- Tiene forma aplanada.
- Mide de cinco a siete milímetros de alto y tres milímetros de ancho.
- Las hembras son ligeramente más largas que los machos.
- Son de color negro o marrón oscuro.
- Tiene antenas capitadas (ensanchadas en el extremo).
- Ambos lados del tórax terminan en puntas.
- Su primer par de alas no cubren la totalidad del abdomen por lo que se puede observar la porción terminal del mismo.
- Presenta patas cortas, robustas y aplanadas.
- En general, se ubica en el techo y la entretapa de la colmena, el alimentador, en los cuadros más externos de la cámara de cría, el piso o alzas melaria.
En cuanto al procedimiento de búsqueda, la especialista del INTA Proapi detalló: “Primero aplicar humo suficiente por la piquera y esperar unos segundos; luego, retirar el techo de la colmena e inspeccionar la cara interna del mismo, dándole unos golpecitos. Ubicarlo en forma invertida a un lado de la cámara de cría, en una superficie blanca (de ser posible)”.
Y completó: “Colocar allí el techo, la entretapa, el alza melaria y luego revisar detenidamente la cámara de cría completa, comenzando por los cuadros más externos. Observar detenidamente el alimentador. Por último, revisar el piso y armar la colmena continuando la búsqueda de posibles ejemplares”.