Principios tienen las cosas, al igual que la acción de las plagas que atacan al cultivo de soja. Esta campaña aparecen situaciones muy diversas, donde los cultivos de primera se encuentran en buen estado, al tiempo que los de segunda están fuertemente atrasados en su siembra y desarrollo por la falta de humedad en los perfiles de suelos. Al tener atrasos en la siembra se recomienda cuidar el cultivo durante los próximos meses para evitar defoliaciones y daños en general que permitan lograr la mayor acumulación de reservas que limiten las pérdidas de rendimiento potencial.
Regiones como el centro de Santa Fe y el Sur de Entre Ríos ya comienzan a mostrar presencia de larvas de lepidópteros y chinches, respectivamente, con números que pueden estar por debajo de los umbrales para orugas, salvo el caso de las bolilleras. Lo mismo estaría ocurriendo con chinches en el sur de la provincia de Entre Ríos.
La campaña pasada, caracterizada por importantes precipitaciones, generó a partir de ellas un gran control de isocas que eran parasitadas y controladas biológicamente. Esta campaña parece no tener esa característica, dado que está confirmado que se acerca un verano Niña con altas variaciones de temperatura y menor presencia de lluvias que ayuden a controlar estas plagas. Por lo tanto, los especialistas aconsejan contar con herramientas eficientes en cuanto al control y que no afecten la fauna benéfica que también colabora en el control.
En este sentido, FMC dispone en su cartera de insecticidas del programa Crop Shield que combina la acción del Rynaxypyr® y del Dinotefuran, Diamida y Neonicotenoide de tercera generación. Ambos principios activos controlan las isocas de lepidópteros, chinches y trips, con una excelente residualidad, sin afectar la fauna benéfica que también contribuye al control. El programa Crop Shield® formado por la combinación de Coragen®+Dinno®, provee al cultivo de soja de un escudo protector de plagas, brindando a las plantas las mejores condiciones de desarrollo en ambientes de fuerte presión de factores bióticos que condicionan el rendimiento