La prolongada sequía que lleva acumulados varios meses, volvió a poner este año en una situación crítica al sector productivo, especialmente a los ganaderos de la región del noroeste argentino.
En Corrientes, en tanto, una partida de $5 M fue aprobada por el fondo fiduciario que conforman el gobierno provincial, el CFI y asociaciones citrícolas de la zona sur de la provincia.
Se trata de una prueba piloto que beneficia a 100 productores, con miras a extenderse al resto de los plantadores.
En la Rioja, sucede que en siete embalses, sobre un total de nueve, la Administración Provincial del Agua (APA) ya debió limitar el uso sólo para consumo humano.
Si la sequía persiste y la temporada de lluvias se retrasa, la disponibilidad de agua para riego y la ganadería, se verá seriamente restringida.
“La situación es grave y preocupante”, advirtió el titular del organismo, Luis Vergara, quien anticipó que el gobernador provincial reclamará asistencia de la Nación.
Las reservas de agua potable en los Llanos alcanzan para cinco meses, agregó el funcionario.
Emergencia citrícola
Después de un largo tiempo reclamando la declaración de Emergencia Agropecuaria por sequía, los citricultores del sur correntino festejaron la medida recientemente anunciada.
Es que la falta de agua fulminó la producción en 2006 y promete dejar terribles secuelas en 2007.
Ante este panorama el fondo fiduciario que integran el gobierno provincial, el Concejo Federal de Inversiones (CFI) y las asociaciones citrícolas del sur correntino se perfila como un pequeño aliciente.
La operatoria se estableció mediante el otorgamiento de un crédito de $ 5 M, a cinco años, con una tasa de cero interés, que beneficiará a 100 productores que posean hasta 30 hectáreas en los departamentos de Caseros, Bella Vista y Mburucuyá.