Las numerosas Asociaciones Rurales -adheridas a CARBAP- de los partidos linderos del río Salado se encuentran en estado de alerta ante la enorme preocupación desatada por el gobernador santafecino, Miguel Lifschitz, quien anunció su propósito de construir ilegalmente un nuevo canal de derivación de las aguas de la Laguna La Picasa hacia la cuenca del río Salado.
Destacamos que el proyecto del gobernador de Santa Fe para la vinculación de La Picasa con la laguna El Chañar, hoy totalmente desbordada, donde tiene sus nacientes el Salado, revela el grave y pleno desconocimiento de un convenio interprovincial homologado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, como única solución al planteo judicial presentado por la provincia de Buenos Aires ante el máximo tribunal de la Nación..
Recordamos que por ese convenio suscripto ante la Corte años atrás, solidariamente Buenos Aires ya recibe aguas de La Picasa, mediante el canal aliviador denominado Canal de Enlace, que vincula a esta laguna con el río Salado, a través de la Cañada de las Horquetas y que tiene como lìmite de derivación un caudal de 5 metros cúbicos por segundo.
Si con seriedad el gobernador Lifschitz y los intendentes del sur santafecino quisieran encontrar las causas de la grave situación hídrica de las lagunas La Picasa y El Chañar, deberían buscarlas en el irracional manejo de las aguas excedentes en su propio territorio y en la falta de obras integrales.
Por todos estos motivos, las Sociedades Rurales, adheridas a CARBAP, de todos los partidos linderos del río Salado se encuentran en alerta, por un proyecto que elude la verdadera razón de los desbordes de La Picasa y se convierte en una grave amenaza no sólo sobre zonas rurales, sino también sobre varios cascos urbanos situados en las proximidades del río.