La Red de Manejo Integrado de Plagas (RED MIP), de la Asociación Argentina de Protección Profesional de Cultivos Extensivos (AAPPCE), publicó en su último informe de la semana el avance sobre diferentes adversidades sanitarias, entre las que se destacan las plagas y las malezas.
Entre los insectos, el más prevalente en soja es la oruga bolillera, una plaga difícil de manejar, considerando más aun el estado estresado de los cultivos.
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De acuerdo a la regionalización de la Asociación, el insecto se está diversificando en las distinas zonas, de la siguiente manera:
- Presencia “Media” en nodo Santa Fe centro.
- Alta en nodo Córdoba entro-norte.
- Baja en nodo Córdoba este.
- Baja en nodo Santa Fe centro-sur.
- Media en nodo Santa Fe Sur y noroeste de Buenos Aires.
- Media en nodo Oeste.
- Media en nodo sureste.
📢🐛🌱 Nuevo #InformeRedMIP con el panorama completo de los monitoreos de insectos, malezas y enfermedades en los cultivos extensivos zona a zona.
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— AAPPCE (@AAPPCE) January 11, 2022
Diego Álvarez, ingeniero agónomo y experto en sanidad vegetal de la Facultad de Agronomía (UBA), y quien recorre una vasta zona del norte de la Buenos Aires y sur de Santa Fe, explica, en el sitio especializado “Agroconsultas”, por medio de un video, que “la soja se mantiene en un mismo estado fenológico por falta de crecimiento debido al estrés de la seca. De esa forma, la plaga tiene tiempo para provocar una defoliación incipiente y el corte del brote terminal de la planta”.
Para la bolillera, aconseja, un monitoreo muy meticuloso ya que presenta una distribución horizontal heterogénea, por lo tanto, la recorrida debe ser de “alta precisión”.
El técnico recomienda el uso de insecticida de alta persistencia y recordó que la plaga actúa por ingestión. “A mayor cierre entre surcos, mayor es la cantidad de días de persistencia”, aclaró.
A modo de resumen, exclama: “Qué importante es lograr un buen control de oruga bolillera ya que es complejo conseguir altas eficiencias que, normalmente, rondan el 70%-80%”.