Los principales actores implicados intercambiaron información, algo que parece increíble si tenemos en cuenta que hasta hace poco las cosas se manejaban por carriles separados sin una conexión.
Se convocó a los referentes técnicos en el tema biocombustibles, empresas petroleras, fabricantes de equipos, sector científico-técnico, productores agropecuarios, y a las autoridades respectivas de las secretarías de Energía, Agricultura, Ciencia y Técnica, y de la Cancillería.
Fue una sorpresa el apoyo aportado por la principal petrolera del país, sector al que jocosamente se lo consideraba como el enemigo hace escasos meses.
La particularidad de esta nueva actividad es que se caracteriza por poder ser definida dentro de las alternativas “ganar ganar”. Ganan el sector público y la sociedad al disminuir significativamente la contaminación ambiental; gana el sector agropecuario al disponer de un nuevo combustible y un nuevo sector demandante; gana el sector energético al contar con un nuevo recurso que permite alejar el horizonte de extinción de reservas, así como reducir la dependencia de productos procedentes de otros mercados a precios inciertos.
La realidad internacional marca casos impactantes, como el hecho que estados Unidos ya procesa el equivalente a toda la producción argentina de maíz (30 M de t) para convertirla en alimento animal (gluten feed) y alcohol.
De este modo, hoy se puede hablar de un saldo netamente positivo entre la energía invertida en producción y la que se obtiene de ese cultivo. Para ponerlos en términos gráficos, en una hectárea de girasol se invierten 30 litros de combustible y se pueden obtener 800 litros de biodiésel.
También se remarcó la necesidad de que los nuevos combustibles cuenten con un respaldo técnico que garantice su calidad y estabilidad en el tiempo sin afectar los motores.
Desde las petroleras se plantearon los desafíos a enfrentar en cuanto a la mezcla, almacenamiento y logística de distribución, para lo cual se cuenta con la experiencia acumulada por el plan alconafta de décadas pasadas.
Jorge Hilbert
Especial para Infocampo
