Tras sus declaraciones y la fuerte polémica que despertaron en el sector agropecuario, Felipe Solá salió a aclarar los tantos y aseguró que “nunca propuso” una vuelta de la Junta Nacional de Granos.
“La Junta Nacional de Granos desapareció en el año 1991 con el decreto de regulación del 1° de noviembre de Domingo Cavallo. Yo en ese momento era exsecretario de Agricultura, iba a asumir como diputado. Regresé en febrero de 1993 a la Secretaría de Agricultura porque me lo pidieron, y estuve cinco años y medio sin ninguna Junta“, recordó Solá en una entrevista con Nelson Castro.
El dirigente peronista remarcó que “no considera que haya que volver” a ese instrumento. “Eso tuvo un tiempo y un sentido, y son herramientas que pasan a ser viejas o quemadas. No se puede volver a eso, como tampoco al cepo”, disparó.
Según Solá, se refirió a la Junta Nacional de Granos para discutir acerca del precio de los alimentos, en un contexto de fuerte inflación.
“En una Argentina que produce alimentos para 400 millones de personas, existe un gravísimo problema en el índice de precios. En la discusión sobre lo que producimos, debe estar también la discusión sobre el precio de los alimentos. Yo mencioné el caso del precio del trigo, dado que durante 60 años esa Junta que pasó por todos los gobiernos le pagaba al productor con el precio de mercado, competía con los exportadores y le pagaba una parte de la producción a los molineros, pero pactaba con ellos el precio de la harina y del pan”, argumentó.
Y aseguró: “Me molesta es que la reacción haya sido tan fuerte, como si yo hubiera propuesto la Junta. Hay una especie de inquisición, como si existieran cosas que no se pueden decir. Todo puede ser discutible, aún las pavadas”.
“Alberto Fernández no me ofreció nada, creo que es tiempo de otros. Él renunció cuando terminó la 125. Yo estoy en contra de las retenciones y volvería a estarlo”, aclaró.