La riqueza y la diversidad climática y geográfica con la que cuenta la Argentina favorecen que distintas especies, animales y vegetales, propias de ecosistemas disímiles, se reproduzcan con facilidad y sean rentables para exportar.
No obstante, si no hay políticas y acciones que promuevan la producción de ciertas especies, el mercado, por su propio devenir, se volcará hacia los productos más rentables.
En este sentido, la Fundación BankBoston organizó un seminario que concentró sus temáticas y análisis en las oportunidades para el desarrollo de exportaciones no tradicionales del sector agrícola.
El director del Instituto para el Desarrollo Sectorial de las Exportaciones Argentinas de la Fundación BankBoston, Elvio Baldinelli, advirtió que, a pesar de la “excelente performance exportadora argentina durante el 2003 y el florecimiento de varios pueblos de la Pampa Húmeda”, hay que tener cuidado con las limitaciones geográficas y de los precios volátiles de los commodities.
Según explicó Baldinelli, la Argentina exporta u$s480 de materias primas agrícolas y mineras por habitante por año, mientras que Australia alcanza los u$s2.700. “Para igualar este índice tendríamos que elevar cinco veces nuestras exportaciones, o bien -ironizó- deberíamos tener 8 M de habitantes en vez de 37.”
“El problema de la Argentina es de oferta porque pretendemos seguir vendiendo al mundo lo que nos hacía ricos hace cien años”, aseguró, e indicó que “la diversidad permitirá robustecer las economías regionales”.
Otro de los disertantes, Santiago Abarca, presidente de SlowFood (organización que está contra la “homogeneización del gusto”) consideró que es fundamental que los consumidores puedan elegir lo que comen y que para eso “hay que promover y defender la biodiversidad”.
“Queremos revalorizar la importancia del productor y su cultura productiva, que generalmente quedan en el último eslabón de la cadena de valor, y lograr mejorar los precios de venta para dejar el asistencialismo, porque cada uno quiere ganarse su dinero trabajando”, enfatizó.
La apuesta a la diversidad, en este caso animal, fue considerada por el presidente de la Cámara Argentina de Producción y Procesamiento de Productos de la Fauna Silvestre, Eduardo González Ruiz. “En la Argentina, al que sale de la vaca o de la soja lo tildan de hereje, pero hay que animarse a aumentar la producción y la colocación de carnes de caza en el mercado internacional”, dijo.
“En Europa valoran mucho el vigor y la riqueza alimentaria de nuestros animales”, aseguró el veterinario.
Finalmente, el directivo del Grupo Exportador de Alimentos Naturales&Gourmet, Fernando Ramos, destacó la importancia de desarrollar la “marca país” para “allanar el camino de los pequeños productores argentinos en el mundo”, dijo.
Juan Ignacio Martínez Dodda
jdodda@infobae.com