En un contexto incierto para la actividad ganadera, con precios de la hacienda que comenzaron a sufrir un retroceso tras la fuerte suba post-PASO, la industria advirtió que en lo que resta del año, se comenzará a percibir un faltante de animales y que la recomposición del stock bovino nacional demandára varios años.
“Consideramos que habrá una retracción de la oferta en los últimos meses del 2023 y también del consumo lo que hará descender el ritmo mensual de actividad industrial”, señaló Daniel Urcía, vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA), en la editorial mensual de la entidad.
El directivo sostuvo esta afirmación, pese a que los datos acumulados de faena entre enero y agosto muestran que la industria procesó 9,85 millones de cabezas y que finalizaría el año sobre las 14 millones
Desde la entidad consideraron que la mayor actividad de los frigoríficos se explica a partir de la alta oferta de hacienda, sobre todo a partir de la sequía.
“Eso significó volcar al mercado interno cerca de cinco kilos más por habitante respecto del año pasado y eso contribuyó también al freno en los precios”, sostuvo Urcía.
NOVILLITOS Y VAQUILLONAS
Al analizar la composición de la faena, los datos de agosto indican que hubo una disminución de la faena de novillitos y vaquillonas comparados con el mismo mes del año pasado y también una menor participación de novillos.
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“Esta baja en la participación de las categorías más livianas puede tener su explicación en la menor reposición de los corrales”, estimaron. Cabe destacar que la sequía eliminó los procesos de recría en muchas regiones y para regularizar ese flujo de oferta que se perdió, se requerirán -como mínimo- entre seis y ocho meses.
UN LARGO PLAZO COMPLICADO
“La recomposición del stock perdido por la seca que obligó a la venta forzada de hacienda llevará varios años, en los cuales la oferta para faena y de carne será más moderada”, advirtió el vicepresidente de Fifra.
Esta demora en la recomposición ganadera tendrá un doble efecto: por un lado, debería impulsar o sostener los precios ganaderos, pero afectará al sector industrial, que sufrirá un incremento en sus costos productivos.