La molienda de soja sigue sin repuntar y en los primeros ocho meses del año, acumuló 26,8 millones de toneladas, de acuerdo a datos de los exportadores de granos.
En la comparativa interanual, la industria procesó 2,28 millones de toneladas menos de poroto. Este escenario representa, de acuerdo a estimaciones de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC) una pérdida de U$S 1.300 millones en divisas y al equivalente en pesos por U$S 415 millones en derechos de exportación.
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La esperanza para los industriales es que en estos cálculos no se contabilizó aun la soja vendida a partir de septiembre, en el marco de las medidas oficiales para impulsar la liquidación de divisas.
LA MOLIENDA DE SOJA, CON NÚMEROS EN ROJO
Por el momento, el polo de crushing rosarino sigue con números negativos, porque su capacidad de utilización de molienda en soja pasó de 59% a 56%. De esta manera, la capacidad ociosa es de 41%. “En algunas plantas supera el 55%”, remarcaron.
A pesar de la mejora en la oferta de soja disponible durante el mes de septiembre, los márgenes de molienda de soja se vieron seriamente afectados por la caída en las cotizaciones de los subproductos. En aceite fue de U$S 290 la tonelada y en harina llegó a U$S 25 por toneladas.
EL GIRASOL, CON NÚMEROS A FAVOR
En la vereda opuesta, la molienda de girasol trepó a niveles récord en el período analizado. De acuerdo a los exportadores, alcanzó las 2,6 millones de toneladas, un incremento de 196.000 toneladas en relación a 2021 y de 622.000 toneladas con respecto a 2020.
“Esto es consecuencia de la mayor demanda por aceite crudo de girasol, procedencia Argentina, en virtud de la fuerte caída en la oferta de aceite de girasol procedencia Mar Negro”, remarcaron.