“La exportación de cítricos entrerrianos a Brasil es una buena noticia, aunque no es la solución para la crisis”. Con esas palabras se refirió el presidente de la Federación del Citrus de Entre Ríos, Fernando Borgo, al escenario actual de la actividad citrícola en la provincia.
Tras la concreción del envío de 22 toneladas de naranjas desde Concordia a San Pablo, Borgo aseguró que “este primer paso es la apertura de un mercado muy importante, que va a beneficiar a productores medianos y chicos de la zona porque no necesitamos tanta logística”.
“Es el resultado de un trabajo de mucho tiempo, que demoró más de la cuenta, pero se puede decir que hoy el objetivo está cumplido”, sostuvo Borgo en declaraciones a la agencia Télam, al tiempo que remarcó que “hay que ser prudente”.
Y disparó: “Es una muy buena herramienta, pero está muy lejos de ser la solución al problema de la citricultura, el gobierno todavía no encaró el tema”.
Según el dirigente, el gran problema del sector son los “costos laborales muy altos” y “los elevados valores de la energía y los inconvenientes con los aranceles que quitan competitividad y nos sacan del juego”.
“Brasil nos obliga a ser muy meticulosos porque son muchas las exigencias”, concluyó.
