Un fuerte reclamo partió en las últimas horas de parte de ingenieros zootecnistas y el sector universitario hacia un destinatario claro: el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).
“La Dirección Nacional de Inocuidad Alimentaria se extralimita en sus funciones al definir los títulos profesionales que podrían ejercer la Dirección Técnica de los establecimientos faenadores, elaboradores, acopiadores y procesadores de productos, subproductos o derivados de origen animal, excluyendo de los mismos a los Ingenieros Zootecnistas”, plantearon desde la Asociación Universitaria de Educación Agropecuaria Superior (AUDEAS).
¿Qué había pasado? La disputa comenzó a partir del Memorándum emitido por la dirección Nacional de la Dirección de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria el pasado 10 de abril, en el que se establecieron nuevas pautas para los títulos habilitantes para ejercer la Dirección Técnica en los establecimientos faenadores, elaboradores, acopiadores y procesadores de productos, subproductos o derivados de origen animal.
“Vulneran derechos de los profesionales que detentan el título de Ingenieros Zootecnistas”, acusaron desde AUDEAS.
FRICCIONES
El pasado 27 de septiembre se realizó una reunión virtual entre las partes. Desde AUDEAS comprenden que la Ley de Educación Superior N° 24.521 establece en su artículo 43 pautas claras al respecto de las profesiones en las cuales se podría llegar a comprometer el interés público.
En ese contexto se enmarca la carrera de los zootecnistas, cuyas funciones son planificar, dirigir y/o supervisar en sistemas pecuarios: los insumos, procesos de producción y productos, como así también la introducción, multiplicación y mejoramiento de especies.
“También el uso, manejo, prevención y control de los recursos bióticos y abióticos, como también las condiciones de almacenamiento y transporte de insumos y productos. La dispensa, manejo y aplicación de productos agroquímicos, domisanitarios, biológicos y biotecnológicos”, expresaron.
Formular alimentos para consumo animal es otra de las funciones del zootecnista. “Dirigir lo referido a seguridad, higiene y control del impacto ambiental en lo concerniente a su intervención profesional. Como también certificar estudios agroeconómicos, en lo concerniente a su intervención profesional”, indicaron.
Ante este panorama, y con el Memorándum en mano, desde AUDEAS salieron con los tapones de punta.
“Queda claramente documentado legalmente que los Ingenieros Zootecnistas se encuentran habilitados por el Ministerio de Educación, único organismo nacional que posee las facultades para establecer las actividades propias de la profesión de cada carrera de grado incluida en el artículo 43 de la Ley de Educación Superior, para desarrollar la dirección técnica de los establecimientos frigoríficos “CICLO II””, aseguraron.
Y sumaron: “Esta situación, ocasionó y ocasiona serios perjuicios laborales, emocionales y económicos a los profesionales”.
“Los mismos se ven expuestos a bajas del Registro de Directores Técnicos y a exigencias de documentaciones complementarias para incluirlos, con resultado incierto, lo cual motivó distintas presentaciones ante los organismos jurisdiccionales correspondientes por parte de la Asociación de Ingenieros Zootecnistas de Argentina (AIZA) y del Consejo Profesional de Ingeniería Agronómica (CPIA)”, precisaron.
EL PEDIDO
Por eso, a raíz de esta problemática planteada AUDEAS pide que “se deje sin efecto el Memorando” y “respeten los puestos laborales de los Ingenieros Zootecnistas”.
“Usted comprenderá la gravedad de la situación”, le manifestaron directamente a Diana Guillén, presidenta del Senasa.