En 2006, la semillera Advanta fue noticia cuando fue adquirida por el grupo de origen indio UPL. De ahí en más la compañía ganó en espalda financiera, al tiempo que desarrolló una estrategia de negocios aún más sólida de la que tenía. Con la toma del paquete accionario el grupo se quedó con las subsidiarias ubicadas en Australia, Tailandia, India y la Argentina.
Así es que en los últimos años ha desarrollado una serie de emprendimientos fundamentales para su crecimiento como empresa.
En 2006 comenzó con la investigación y desarrollo del cultivo de colza en la Argentina. Esto se suma a sus ya tradicionales programas de girasol, maíz y sorgo que lleva adelante en sus estaciones experimentales ubicadas en Balcarce y Venado Tuerto.
Por otro lado, durante el ejercicio 2008, Advanta lanzó el programa Nutrisun, destinado a desarrollar nuevos girasoles híbridos con el objetivo de obtener grasas y aceites saludables para poder atender los nuevos requerimientos de la industria alimentaria.
Luego, en 2009, la compañía ingresó por primera vez en el mercado de capitales, a través de la constitución del fideicomiso financiero Advanta I, por más de 10 millones de pesos. Este se formó a través de cesión de créditos por ventas, específicamente utilizando cheques de pago diferido y facturas.
Al mismo tiempo incrementó fuertemente su canal de ventas en el país, que realiza a través de su red de distribuidores ubicados principalmente en las provincias de Chaco, Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos y La Pampa.
Además, en la campaña 2010 sumaron la red de distribución de Icona, otra de las empresas del grupo, para comercializar semillas de Advanta.
En este contexto logró incrementar sus ventas además de ofrecer créditos más convenientes para sus clientes.
Según información de la firma, durante el ejercicio 2009 (últimos datos conocidos hasta el momento) lograron un crecimiento cercano al 40% en sus ventas y del 26% en su margen bruto respecto de 2008.
Finalmente, las ventas totales de Advanta Argentina en el ejercicio económico cerrado en diciembre de 2009 ascendieron a $103,8 millones, mientras que en el año anterior éstas fueron por $73,9 millones.
A su vez, el resultado del ejercicio 2009 arrojó una ganancia de $8,2 millones, superando lo proyectado por la firma para esa campaña, en donde la sequía complicó altamente el negocio.
Como los números no mienten, se puede decir que en tan sólo dos años la empresa logró incrementar sus ventas en un 98%, pasando de los $52,4 millones de 2007 a los $103,8 millones de 2009.
Por otro lado, desde la compañía señalan que en este proceso lograron estructurar los costos de producción y comercialización de tal forma que no influenciaron negativamente en sus ejercicios.
A su vez, y en lo que respecta al resultado final de sus ejercicios, también lo duplicaron, ya que en 2007 fue de $4,4 y en diciembre de 2009 de $8,2 millones. Ahora bien, las perspectivas anuales de la firma para los próximos años se basan en continuar desarrollando su programa de colza a la vez de incrementar sus ventas totales en alrededor del 20%.
Finalmente, en 2011 lanzaron su segundo fideicomiso financiero por un total de $13,9 millones, también integrado de créditos por cobrar. Igual que en su primera experiencia, éste tuvo muy buena aceptación en el mercado de capitales por parte de los inversores.
