La evidencia de los últimos años es contundente: en verano se multiplican los cortes de luz en la zona metropolitana de Buenos Aires. Aunque el Gobierno admite que esa historia se repetirá en diciembre y en enero, empezó a desplegar en las últimas semanas un plan para amortiguar los problemas potenciales y contener el mal humor de los usuarios, que suele traducirse en cacerolazos y cortes de calles.
La iniciativa del Gobierno implica el mantenimiento acelerado de turbinas en uso, la instalación de equipos de emergencia, la reparación de cables y la puesta en marcha de nuevas turbinas.
El ENRE (el ente que regula al sector), a cargo de Ricardo Martínez Leone, y la Secretaría de Energía Eléctrica, que maneja Alejandro Sruoga, les ordenaron a Edenor y Edesur que lleguen a diciembre sin cables quemados en su red de distribución.
Ese es el punto más débil del sistema. Por caso, ayer a las 20, con temperaturas mucho menores a las que se esperan para el verano, había 6711 usuarios sin suministro en la zona de Edenor y 20.693 en la de Edesur.
En paralelo, el Gobierno adelantó el mantenimiento de algunos equipos de generación para que estén en su mejor forma en los días críticos, y pospuso la salida de funcionamiento de otras unidades para el momento en que disminuya el calor, más allá de marzo.
Además, puso a disposición de las distribuidoras equipos de emergencia (denominados Ugems, muy costosos, pero también móviles, por lo que pueden desplazarse para atender problemas puntuales). Los administrará Enarsa, la compañía estatal de energía, y comenzarán a desplegarse por las zonas consideradas críticas en los próximos días.
LA NACION vio la denominada “Programación Estacional Definitiva” para la electricidad entre noviembre y abril del año próximo, una planificación que hace Cammesa, la compañía administradora del mercado, que establece las directrices del sector. De acuerdo con ese esquema, este verano la demanda máxima de electricidad en todo el país alcanzará los 26.300 MW, apenas por debajo de los 26.361 MW de disponibilidad media esperada con los que estima contar el Gobierno.