Transcurrieron treinta días desde el 11 de agosto, día de las elecciones primarias en todo el país. El resultado fue sorpresivo y, a partir de él, el campo distingue la vuelta de un tiempo pasado, que no fue amigable. Entonces, ¿cambió algo en la mente agroempresaria por el “efecto PASO”?
Infocampo realizó un sondeo entre consultores y técnicos de la zona central del país, que manejan diferentes escalas de campo y tipos de producción.
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“El efecto PASO fue un golpe fuerte a las expectativas. Si hay cambios, sucederán en la siguiente campaña, más asociados a las señales que mande el nuevo Gobierno que a la expectativa actual“, resume Teo Zorraquín, consultor de empresas agropecuarias. El analista conocé bien diferentes realidades, a partir de la diversidad de establecimientos a los que asesora. Además, como consultor realizó una encuesta de opinión post-primaria en la que sondeó, justamente, las sensaciones del agronegocio.
“Las características biológicas de esta actividad hacen que no veamos un volantazo en la planificación productiva del ciclo 2019/20, de acuerdo a cómo venían ya planteadas”, sostiene.
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“En agricultura, considerando que gran parte se hace sobre campos alquilados, no habrá ningún tipo de renegociación. El trigo y la cebada estaban sembrados y la discusión puede venir por el lado de los granos gruesos. Puede haber un pequeño aumento de la superficie de soja y una sensible disminución del área de maíz en la zona central, pero más bien asociado a la baja del precio del cereal en el mercado de Chicago o un posible aumento de retenciones, más que por el resultado de las elecciones primarias”, comenta Zorraquín.
El consultor entiende que hay un inercia que ya no se va a romper: hay insumos comprados, barbechos iniciados y hasta algunos negocios cerrados, con lo cual no habrá grandes cambios. Si exceptúa a los bordes del área agrícola, es decir, las zonas más alejadas a los puertos que pueden incrementar más el la superficie sojera, en detrimento de la maicera.
“En la ganadería y lechería, sucede algo parecido que en la agricultura. En materia ganadera, los criadores están en pleno momento de parición y, si hay un cambio en las decisiones, recién se conocerá el destete de los terneros en la zafra 2019/20, lo que dependerá de diversos factores que existan a marzo de 2020″, comenta en el consultor.
La quietud, por su parte, está en materia de inversiones, comenta Zorraquín. Éstas ya “estaban más detenidas, respecto a las de 2016/17, en las que todo era expectativa”.
Coincidente con la última idea de Zorraquín, Rolf Müller, asesor de la regional CREA Villaguay (Entre Ríos), opinó: “Lo que está frenado desde antes de las PASO, son los planes futuro de crecimiento y todo lo que son inversiones de las empresas agropecuarias. Los planes de esta campaña ya estaban en marcha y es difícil cambiarlo, podrás variar más adelante, si haces menos maíz tardío y más soja“, dice el técnico entrerriano.
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Según Müller, algunas empresas ya habían armado un escenario posible para el año que viene y, a partir del resultado de las primarias electorales, optaron por decisiones que impliquen más resguardo de valor y distribución de portfolio de negocios.
El técnico agrega que, “las inversiones ‘no sector’, es decir, inversionistas por fuera de los agronegocios, que quieren invertir, con compra de campos o de hacienda, entre otros, también están frenados”, comenta, y añade que la mayor incertidumbre y desánimo versa sobre la imposibilidad de construir el negocio a largo plazo.
Hacia el sudeste cordobés, el asesor privado José Luis Zorzín no discrepa con sus colegas, “No se tomó ningunda decisión de baja de supeficie de maíz porque hayan cambiado ciertas perspectivas políticas hacia fin de año. A lo mejor, las empresas están más cuidadosas con las inversiones en bienes de capital”, sostiene, hablando de postergaciones.
Según el técnico, los productores tienen entendido que si cambia el Gobierno habrá un aumento en los derechos de exportación, “a mí, me parece que no aumentarán las retenciones porque la intención que debe primar es no quitarle dinamismo al sector. Sé que soy uno de los pocos que piensa eso“, advierte. Además, aclara que los precios del maíz actuales no resisten más retenciones, teniendo en cuenta la baja marcada en los precios de los últimos meses.
Para finalizar, el asesor hace hincapié en que, en este momento las decisiones agronómicas y el manejo deben ser lo más adaptado a los tiempos que corren. “Ahora, es el momento de hacer análisis de suelo para conocer la fertilidad, analizar el contenido de humedad, ajustar la elección de los híbridos y las variedades porque con un buen paquete tecnológico se gana productividad y competitividad”, concluye.