Ministras y altas autoridades de los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños aprobaron la estrategia de género de su Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del hambre 2025 (Plan SAN-CELAC), el principal acuerdo regional de lucha contra el hambre.
Su objetivo principal es asegurar que la implementación del Plan SAN-CELAC garantice el empoderamiento de las mujeres, para que los resultados de su aplicación alcancen por igual a hombres y mujeres.
Para ello será necesario asegurar que se consideren diferenciadamente las condiciones en que afecta el hambre a ambos grupos, así como la contribución que unos y otros hacen para lograr la seguridad alimentaria.
Las brechas de género no solo son limitantes en términos de acceso a recursos y a posibilidades de crecimiento de las mujeres, sino que también afectan su bienestar y el de sus hogares, especialmente en términos de seguridad alimentaria y nutricional.
Según el documento presentado hoy, esto significa “tomar medidas que atiendan las inequidades en cuanto a oportunidades de participación y acceso a los beneficios derivados de la aplicación del Plan en favor de las mujeres.”
“Aunque en la región encontramos importantes avances en la reducción pobreza es muy significativo que esta reducción no ha impactado de igual manera a hombres y mujeres, ya que el índice de feminización de la pobreza ha crecido de manera sostenida en los últimos años, lo cual pone en evidencia que las estrategias para la superación de la pobreza por si solas no impactan de manera significativa en la vida de las mujeres”, aseguró Margarita Fernández, directora del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer.
La estrategia de género fue elaborada por el Grupo de Trabajo de la CELAC para el Adelanto de las Mujeres, con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, y fue presentada hoy en la reunión ministerial de la CELAC.
Para la ministra de la Mujer de la República Dominicana, Janet Camilo, esta estrategia constituirá una punta de lanza para la inclusión de las mujeres rurales en las políticas públicas de la región y facilitará el empoderamiento económico y el bienestar de las mujeres rurales y la construcción de la plena igualdad de género para el año 2030.
Según la FAO, asegurar el éxito del Plan SAN-CELAC -cuya meta es erradicar el hambre al año 2025- requiere una distribución del poder equitativa entre hombres y mujeres en todas las esferas del desarrollo como establecen los objetivos de desarrollo sostenible-agenda 20-30.
La estrategia será presentada a los Jefes y Jefas de estado de la región en la próxima Cumbre de la CELAC, en enero de 2017.
La seguridad alimentaria de las mujeres en América Latina y el Caribe
La proporción de mujeres con obesidad supera a la de los hombres y en más de 20 países la diferencia es mayor de 10 puntos porcentuales. En Antigua y Barbuda la obesidad afecta al 38,7% de las mujeres, y en Jamaica al 35,7% en mujeres, en comparación al 18,4% en hombres.
La anemia en mujeres es un problema que ha persistido en el tiempo, y que afecta actualmente alrededor del 40 % de las mujeres a nivel mundial y al 25 % de las mujeres de la región.
Garantizar los derechos de las mujeres
La estrategia de género presentada por la FAO destaca la necesidad urgente de producir estadísticas e indicadores nacionales desagregados por género. “Necesitamos saber exactamente cómo afecta el hambre a las mujeres de la región, y desarrollar políticas que consideren la división sexual del trabajo en las zonas rurales”, explicó Claudia Brito, oficial de Género de la FAO.
Además, el documento destaca que se debe analizar la institucionalidad de la seguridad alimentaria para incorporar el enfoque de igualdad de género y fortalecer la participación de las mujeres en el diseño y operación de las políticas públicas.
Las mujeres también deben tener acceso igualitario a los servicios y programas para la producción, para que no recaiga en ellas solamente las tareas de alimentación y cuidado que reproducen inequidades y la distribución tradicional de roles de género al interior de los hogares
La estrategia destaca la importancia de incrementar la alfabetización y el acceso de tecnologías de información y comunicación, para garantizar el derecho a la consulta y el consentimiento libre e informado, con énfasis especial en mujeres indígenas y afro descendientes.
Fortalecer las organizaciones de mujeres y su rol en la toma de decisiones
Según la FAO, los países deben promover la participación de las mujeres en los sistemas agroalimentarios y en los procesos de elaboración y toma de decisiones de políticas públicas de alimentación y la nutrición.
“La voz y agencia de las mujeres es fundamental para alcanzar hambre cero al año 2025, y los objetivos de desarrollo sostenible”, señaló al respecto Claudia Brito.
Un factor urgente es que los países desarrollen marcos jurídicos y programas que respondan a las necesidades específicas de las mujeres indígenas y afro descendientes, dado que muchas de ellas sufren los más altos índices de inseguridad alimentaria en la región.
La estrategia destaca la necesidad de promover políticas que involucren intencionalmente a las mujeres jóvenes, considerando sus intereses, condiciones y necesidades.