Con el avance de la campaña 2024/25, uno de los factores clave comienza a ser el monitoreo de los lotes para detectar plagas.
En ese sentido, en el norte de Córdoba ha encendido una luz amarilla la expansión poblacional de un insecto que afecta a la soja: el grillo común.
La alerta al respecto fue emitida por la Sociedad Rural de Jesús María (SRJM), que compartió un informe elaborado por el ingeniero agrónomo Daniel Chincuini, socio de la entidad y asesor de la Cooperativa de Máximo Paz (Coopaz).
GRILLO COMÚN EN SOJA: PROBLEMA EN EL NORTE CORDOBÉS
Según la SRJM, si bien hace cuatro años hubo avances de esta plaga secundaria para soja en lotes muy puntuales con abundante cobertura, alto PH y micro relieves de bajos dónde se junta más humedad, en las últimas semanas se hizo presente con notoriedad en un polígono con epicentro en Capilla de Sitón que expande desde Cañada de Luque a los Mistoles, Las Arrias y La Posta.
“Se observa un incremento poblacional, principalmente en lotes donde los barbechos se han realizado con posterioridad y ha permitido el crecimiento de malezas, lo que generó y continúa motivando el consumo con depredación del cultivo de soja en sus estadios iniciales, llegando a afectar a sojas en v3 y v4”, explicó Chincuini.
El problema es que lo sucedido hasta hoy ha hecho que disminuya de manera drástica y significativa el stand poblacional del cultivo en los lotes afectados, llegando incluso al daño de tener que resembrar y tomar medidas para el control de la plaga de manera inmediata.
“La siembra oportuna y su posterior resiembra ha llegado prácticamente al 10%, algo muy importante teniendo en cuenta la gran cantidad de costos que hoy atañen al cultivo y que elevan su margen bruto a un máximo histórico”, agregó la Rural.
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CÓMO ES EL GRILLO COMÚN
Cabe destacar que este grillo común (Acheta domesticus) tiene característica de consumo omnívoro, de gran movilidad lo que aumenta con más facilidad su dispersión y es de hábitos crepusculares y nocturnos.
Aunque se trata de un insecto de relativamente fácil control, es necesario tenerlo en cuenta; pues, este año ha dejado de ser secundario como plaga para esta zona, lo que obliga a tomar medidas inmediatas de control químico.
“Tradicionalmente el monitoreo pasaba por determinar cuántos orificios y opérculos se generaban en el suelo como cavidades para ovipositar por parte de las hembras y ahí teníamos la noción los técnicos de la medida de umbral, pero este año se ha relativizado mucho dada el gran salto poblacional repentino y la movilidad de esta plaga”, mencionó Chincuini.
“Por lo tanto, la recomendación es monitorear concretamente y tomar las medidas de control necesarias de manera rápida, ya que el consumo se produce en distintos estadios ninfales y adultos”, agregó.
