El sector agropecuario argentino, pero también el del resto de los países productores de alimentos y commodities en general de Sudamérica, recibieron con pesar la noticia de que la Unión Europea no está dispuesta a prorrogar la aplicación de su normativa antideforestación.
En el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el bloque de países europeo planteó que “no pospondrá la aplicación de su ley antideforestación”. Lo cual abre la posibilidad de un hipotético conflicto comercial entre bloques.
“Cualquier aplazamiento requeriría un cambio legislativo”, insistieron las autoridades de la Comisión Europea en el ámbito del Comité de Agricultura, donde enfrentaron fuertes presiones para el corrimiento de la fecha.
Para el sector agropecuario de la región del Mercosur los principales afectados serían productos como carne vacuna, soja, café, aceite de palma, madera y cacao. Los dos primeros son los que los productores y los industriales argentinos miran de reojo. También el complejo maderero del Litoral.
“Daría la impresión de que no están dadas las condiciones para que esa obligatoriedad se sostenga a partir del 1° de enero. Por eso desde nuestros países estamos pidiendo una postergación”, había dicho en junio el ya exsecretario de Bioeconomía de la Nación, Fernando Vilella.
Ahora, se sabe, la UE decidió mantener la firmeza del rumbo.
“Esto no es una prohibición comercial”, sostuvieron desde la Unión Europea, que argumenta la postura en favor de “combatir el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad”.
Además, explicaron, la puesta en funcionamiento del sistema clasificará a los países según un enfoque de evaluación de riesgos de tres niveles.
