Con la siembra de soja próxima a comenzar, la mirada de los productores, entre otros aspectos, está puesta en los precios de la oleaginosa.
Los datos al respecto no son buenos: en los últimos meses, se prolongó el bajón y las cotizaciones en el mercado de Chicago están en su valor nominal más bajo desde 2020.
Y si el análisis se hace en términos “reales”, deflactando por la inflación de Estados Unidos, recientemente la Bolsa de Comercio de Rosario calculó que son los precios más bajos desde 2006.
Por ese motivo, el Seminario de Acsoja 2024 contó con el panel “El mercado local y las perspectivas internacionales en un contexto complejo”, donde diversos expertos analizaron la producción, oferta y demanda, tanto nacional como internacional, en un escenario de volatilidad de los precios de las principales producciones.
LA SOJA Y UNA MIRADA DESDE CHICAGO
Sol Arcidiácono, contadora, máster en finanzas y directora comercial de granos para Latinoamérica de Hedgepoint, un broker de Chicago, indicó que la volatilidad de precios que hoy se observa en los mercados internacionales implica desafíos y oportunidades.
Entre otras cosas, repasó que este es un momento clave, ya que comienza la recolección y el ciclo comercial en Estados Unidos, en lo que se anticipa será una cosecha récord.
“Este año tuvimos aumento de área, la segunda rentabilidad más grande de la historia, con un verano perfecto”, destacó la analista. Mientras tanto se está definiendo la siembra en Sudamérica, Brasil ya está comenzando, allí el punto de largada es el 15 de septiembre.
“En este ciclo que vamos dejando atrás, China, ha sido selectivo, pero ha comprado muy bien, llegando a un récord de 111 millones de toneladas”, puntualizó Arcidiácono.
Ahora comienza un ciclo en el que habrá una gran cosecha en Estados Unidos, proyectada por el USDA en 125 millones de toneladas.
“Todos los ojos están en la definición de la cosecha de Sudamérica que está comenzando. Lo que genera más incertidumbre, más ansiedad en el mercado de granos es sin duda el clima y este año esa variable la descartamos totalmente en Estados Unidos, fue un verano perfecto, eso permitió que pase de tener una cosecha de 113 millones de toneladas a casi 125 y esto generó un cambio estructural en el mercado”, explicó Arcidiácono.
Eso significa que “podrían ocurrir eventos que generen volatilidad, corrección de los fondos, una pequeña prima climática como la que hay hoy, pero el rango de precios es sustancialmente distinto al que tuvimos en los últimos dos años”, detalló la especialista.
Este cambio en la estructura del mercado consiste en que, de una relación consumo que era de 5-7, se pasó a una de 13-15. “Eso habla de un abastecimiento muy holgado, habla de confort y habla de un mercado mucho menos ansioso, es un cambio estructural”, dijo la analista.
Según explicó, cuando la relación stock producto supera los dos dígitos se puede hablar de un cambio. “Debajo de 10%, mercado nervioso; arriba de 10% de relación stock consumo, mercado holgado”, simplificó.
Bajo este panorama, analizando los precios de Chicago con las relaciones stock consumo, Arcidiácono mostró que debajo de 10% hay un mercado de 500 a 550 dólares, mientras que arriba de 10% es un mercado de 400 dólares, estando en un valor de equilibrio.
“Los fondos, en esta situación de cambio estructural pasan a estar vendidos, es decir, a estar bajistas, y si estoy vendido es porque pienso que el precio va a bajar”, explicó.
En paralelo, tampoco la otra mirada importante está puesta en Brasil, donde se espera un crecimiento de la productividad de casi el 9%, pero depende de que lleguen lluvias, sobre todo en diciembre. .
Para Arcidiácono, “esta foto de incomodidad es una oportunidad de coberturas de precios y si hay una prima climática en diciembre por Brasil, en enero por Argentina, también”.
Por el momento, la especialista considera que los fondos se quedarán vendidos. “China ya no es la locomotora de antes, está sobrestockeada, está lenta, hace mucho esfuerzo para crecer al 5% y no se recupera su mercado inmobiliario que es donde están los ahorros de la clase media china que son los que tiran el crecimiento”, indicó.
Conclusión: “Todos los rallys, todas esas primas climáticas de siembra de Brasil y si llueve o no en diciembre, son buenas oportunidades de cobertura en la gestión de riesgo de precios”, sostuvo.
EL PANORAMA DE PRECIOS A NIVEL LOCAL
En tanto, con la moderación de Armando Casalins, de la Federación de Acopiadores, otra de las oradoras del panel fue, Emilce Terré, jefa del Departamento de Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, quien se refirió al mercado argentino en la campaña 24-25.
“Con la reciente baja, los precios en dólares se estabilizaron o intentaron una tímida recuperación, pero aún estamos en los niveles más bajos desde el 2020”, mencionó. Y mostró que el poder de compra de la soja en pesos constantes a hoy está en mínimos desde el año 2018.
“La caída no se ha detenido y estamos nuevamente con un poder de compra muy erosionado respecto a lo que vimos en los últimos años. Este es otro partido donde los números empiezan a estar mucho más ajustados”, afirmó.
Según cifras oficiales, para lo que es la campaña actual, se llevan compradas casi 28 millones de toneladas, el promedio de los últimos 5 años es de 27 millones de toneladas. “Es decir que las ventas están en línea con lo que es normal a esta altura del año”, dijo Terré.
Las operaciones se hicieron con un 76% de precios en firme cuando el promedio da 77%, por lo tanto, la campaña de soja actual avanza como suele hacerlo habitualmente.
La economista advirtió que este año, con precios mucho más bajos, están ingresando muchos menos dólares del agro, ya que se está vendiendo al menor precio de los últimos casi 5 años, y la rentabilidad se ajusta para toda la cadena, también para las previsiones del mercado de divisas.
“Uno podría tener la sospecha de que si los precios bajan entonces la industria va a estar comprando más barato y mejorando su rentabilidad, sin embargo, el margen teórico de la industria y de la exportación está en terreno negativo en ambos casos. Los márgenes brutos tanto para comprar poroto y exportarlo como tal, como para procesarlo y exportarlos como harina y aceite, están hundidos en terreno negativo y eso implica también una rentabilidad negativa del sector comprador”, explicó.
La analista de la BCR recordó también que parte del crushing se está haciendo con soja importada. Hasta agosto se compraron 3,7 millones de toneladas, es el segundo mayor registro en los últimos años, solo por detrás del año pasado, el de la gran sequía.
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En este marco, para la nueva campaña, en soja de primera, para un rinde de 40 quintales promedio, el margen en campo propio da positivo, aunque bastante ajustado, mientras que el margen en campo alquilado da negativo por 80 dólares.
En soja de segunda, para el planteo trigo-soja, hay números positivos con un rinde promedio de 35 quintales, pero ya con 30 quintales daría resultado negativo.
“Es un partido distinto al que se jugó en los últimos años y habrá que hacer un esquema financiero y de cobertura de los precios muy cuidadoso para poder asegurar la rentabilidad este año”, subrayó Terré.
Del lado de la demanda, “los márgenes brutos siguen en terreno negativo, esto nos habla de una industria que no va a estar desesperada por salir a comprar más de lo que suele comprar, al contrario, va a tener que también estar cuidando sus números”, dijo Terré.
“Con estos márgenes es muy difícil pensar en un boom de negocios, tanto para el productor como para la industria, toda la cadena está muy justa y por eso vemos al final de la campaña un potencial de suba de los stocks finales, de ser este el escenario y no cambiar la rentabilidad de la cadena a nivel global, a nivel macroeconómico, podemos tener una demanda bastante más pesada que otros años”, lamentó.
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DERRUMBE CORDOBÉS DEL MAÍZ
A continuación, Gonzalo Agusto, de la Bolsa de Cereales de Córdoba, habló de los márgenes y resultados en esa provincia.
Este año, por temor a la chicharrita y la enfermedad del achaparramiento, se espera una caída de 900.000 hectáreas de maíz, de las cuales, unas 670.000 irán a soja. “Vamos a tener una de las mayores áreas de soja de las últimas 8 o 9 campañas”, precisó.
La rentabilidad de soja para la campaña 2024-25, con uno de los menores precios de los últimos años, un empeoramiento de la relación de insumo producto, y el alto costo de arrendamiento, está complicada en Córdoba.
“En soja de primera, la rentabilidad promedio da 5% negativa, incluyendo los costos de arrendamiento. Si vemos cuál es el mejor planteo en términos de rentabilidad, en el centro y sur de Córdoba nos da mejor el maíz temprano o tardío, y en el norte de la provincia daría mejor soja, pero también muy parejo con los planteos de maíz”, detalló Agusto.
“En el centro cordobés con un rendimiento promedio de 28 quintales, también hay rentabilidad negativa”, dijo el analista.
“Sin cambio de los derechos de exportación, la rentabilidad es negativa en gran parte de la provincia de Córdoba y en gran parte del país. El maíz, a pesar de tener una mejor rentabilidad, va a ser la alternativa menos sembrada, principalmente en el norte de la provincia, por temor a la chicharrita, entonces vamos a tener una mayor área de soja contrariamente a lo que uno podría esperar por la cuestión de la rentabilidad”, sostuvo Agusto.