Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en la campaña 2023/24 los productores argentinos invirtieron U$S 15.024 millones para sembrar trigo, soja, maíz, girasol, cebada y sorgo.
Se trata del segundo monto más elevado de los últimos ocho años y contempla los costos asociados a la siembra, insumos y pulverización.
Este importe, según la bolsa rosarina, resultó un 9% inferior al de la campaña previa y un 21% mayor al promedio los últimos cinco ciclos agrícolas.
En ese período, el área sembrada de estos cultivos fue de 36,2 millones de hectáreas, superficie que creció un 1,2% interanual y estuvo a muy poco del récord alcanzado durante el ciclo agrícola 2020/21.
Uno de los datos que se desprende del informe es el elevado valor de algunos insumos durante la campaña 2022/23, como el caso de los fertilizantes. Al año siguiente, el fosfato monoamónico (MAP) bajó un 35% y la urea un 45%.
El costo de producción por hectárea para cada grano en la campaña 2023/24 habría sido, en promedio, de US$ 436 para la cebada cervecera y US$ 398 para la forrajera; US$ 320 para el girasol; US$ 603 para el maíz temprano y US$ 639 para el tardío, US$ 334 para la soja de primera y US$ 265 para la de segunda, US$ 303 para el sorgo y U$S 391 para el trigo.
EL DETALLE DE LAS INVERSIONES DEL CAMPO
Estos números se elaboraron a partir de los datos de la Guía Estratégica para el Agro (BCR) y de la revista Márgenes Agropecuarios.
“Si se compara con la campaña previa y con el promedio de los últimos cinco años, se observa que en todos los casos los costos estuvieron por debajo del ciclo previo, pero por encima del promedio”, señalaron.
Así, la inversión de U$S 15.024 millones se dividió de la siguiente manera:
- US$ 4.598 M para el maíz tardío
- US$ 4.032 M para la soja de primera
- US$ 2.158 M para el trigo
- US$ 1.492 para el maíz temprano
- US$ 1.262 para la soja de segunda
- US$ 615 M para la cebada cervecera
- US$ 595 M para el girasol
- US$ 242 M para el sorgo
- U$S 30 M para la cebada forrajera.
El cálculo incluyó únicamente los costos directamente asociados a la siembra, fertilización y pulverización de los cultivos.
De este modo, no se consideraron otros gastos significativos en la ecuación de los productores, como arrendamientos, costos comerciales, de cosecha, transporte, impuestos sobre la renta y ganancias, entre otros.
“Se asume que estos pueden ser cubiertos con la producción obtenida y, por lo tanto, no se relacionan de manera tan directa con las necesidades de financiamiento”, concluyeron.
La inversión en siembra, pulverización e insumos habría rondado los US$ 15.024 millones en la campaña 2023/24, siendo la segunda más alta en, al menos, los últimos 8 años. Este importe resulta un 9% inferior al de la campaña pasada y un 21% mayor al promedio los últimos cinco… pic.twitter.com/n33LU5rzX6
— BCR Mercados (@BCRmercados) September 6, 2024