“A nuestra tecnología la llamamos Biomatrix: tenemos un producto que se llama Gradix y es básicamente un granulado, sólido, con un microorganismo adentro. Pero lo novedoso es que lo que te permite es inocular de manera sólida, y que las ventajas son miles”.
La mirada de Manuel Aguirre Saravia, especialista en desarrollo y posicionamiento de Agriglobal, va de la mano con la presencia de la marca en el reciente Congreso Internacional de Maíz, que se realizó en Córdoba.
La provincia mediterránea es la cuna de la siembra de la gramínea, y los debates en torno a la salud de los cultivos y el potencial de rendimientos fueron una parte esencial de las charlas y discusiones entre los productores, pero también entre las compañías que buscaron tener su espacio.
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“El maíz tiene restricciones a la hora de inocular porque no se puede tocar la semilla por temas legales de semilleros, y eso justamente permite que se puedan llevar microorganismos al suelo separados de la semilla”, explicó Aguirre Saravia.
Por eso, sostuvo, más allá de que el producto va acompañado con la siembra y al lado de la semilla, notaron mucho interés por parte de los productores. El otro factor de interés es por ser un producto enmarcado en la producción de biológicos.
“La posibilidad de inocular de manera sólida para cultivos en los que venían dando inoculaciones, las restricciones también llaman mucho la atención. El primer paso está dado. Y eso a nosotros nos pone muy contentos”, analizó.
Sin embargo resaltó: “Lo biológico está muy atado a las variables climáticas y el resultado tiene mucho que ver con lo que uno le dará a su suelo y a las plantas, por la salud año tras año y por lo que aporta al sistema más que por un resultado a corto plazo”, estipuló.
“Y eso es lo que nosotros también queremos traer a la mesa: ¿El producto rindió más? Sí. Pero es consecuencia de buenos manejos y de llevar productos de calidad que aporten a la saluda de las plantas y los suelos, mayor cantidad de raíces y rastrojo”, cerró.