Con la mirada puesta en la sustentabilidad, y en algunos casos para recuperar la sanidad de algunos suelos, el desarrollo de cultivos de servicios en la Argentina gana cada vez más terreno.
En esa línea, desde Rizobacter formaron parte de uno de los paneles que se llevó a cabo en el reciente Congreso Aapresid, que se realizó en la Ciudad de Buenos Aires.
Allí, el especialista Gabriel Carini, jefe de productos microbiológicos especiales de la empresa, explicó de qué se trató su ponencia.
“Los cultivos de servicios vienen creciendo en Argentina para mejorar el sistema en general. Cuando hablamos de sustentabilidad, uno de los principales temas son los cultivos de servicios y cómo esto es una mejora en el sistema general. Básicamente nosotros estamos trabajando en esto hace más de 40 años con las leguminosas, vinimos a contar cómo mejorar las rentabilidades”, explicó Carini.
Además señaló que las leguminosas -como vicia, alfalfa, lenteja o lupino- “fijan mucho nitrógeno”, y eso se puede aprovechar, a través de la inoculación que potencie el “servicio” del cultivo.
“Entre inocular o no una vicia nos podemos ahorrar hasta U$S 400 por hectárea, por ese nitrógeno que queda disponible para el cultivo siguiente”, ejemplificó el ejecutivo.
“Estos cultivos de servicio arrancaron en zonas más degradadas sur de Córdoba o norte de Buenos Aires. Eran lotes que venían con muchos años de agricultura y necesitaban regenerarse. Pero después el productor lo fue lo fue utilizando en todo el país”, explicó.
Según manifestó, las prácticas sustentables se realizan también en zonas “premium” del campo argentino, como la zona núcleo.
“Por ejemplo en una zona como Pergamino o sur de Santa Fe, muy productivas, también empezaron a incorporar estos cultivos de servicio porque tienen muchas mejoras en los rendimientos del cultivo sucesor”, comentó Carini.
