“Ser o no ser, esa es la cuestión”, es probablemente una de las frases más conocidas de la historia de la literatura.
Por estas horas, los productores en la zona núcleo argentina están como Hamlet, el autor de esas palabras según la obra de William Shakespeare.
“Hacer o no hacer maíz”, parafraseó la Bolsa de Comercio de Rosario su informe semanal para la zona núcleo, elaborado por la Guía Estratégica para el Agro (GEA), en el que precisamente plantea que “con dudas a un mes de la siembra, persiste una gran incertidumbre para el ciclo 2024/25”.
En concreto, las consultas a los técnicos marcan que la campaña asoma con una caída del 30% en la siembra. Las compras de semillas e insumos, por ahora, no repuntan y siguen estancadas.
EL MAÍZ NO SOLO MIRA A LA CHICHARRITA
Durante un panel que se realizó en el Congreso Aapresid, el presidente de la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), Federico Zerboni, reconoció que la estimación preliminar a nivel nacional marca una baja del 23% en la implantación de maíz.
El principal factor que hace que los productores miren con desconfianza al cereal este año es el temor a una nueva propagación de la chicharrita del maíz.
No obstante, no es lo único: los bajísimos precios internacionales y un escenario de lluvias que marca cierta escasez para las siembras tempranas, también operan como aspectos negativos.
En lo que respecta, de todos modos, a la chicharrita, la buena noticia es que el invierno ha sido más frío de lo previsto y eso ha diezmado las poblaciones.
El maíz le agradece al frío, que ayudó a reducir la temible población de la chicharrita
“La actualización del mapa de horas acumuladas con temperaturas por debajo del cero muestra que hubo un incremento de 5 a 10 horas bajo esas condiciones en los últimos 15 días. En el oeste (de la zona núcleo), aún más”, subraya el reporte de la GEA.
Y se pregunta: “¿Será suficiente frío para hacer retroceder la presencia del vector asociado al spiroplasma?”
Al respecto, cabe recordar que la teoría señala que la plaga no soporta temperaturas menores a los 4°C que se prolonguen durante más de 8 horas.
Pero en la práctica, todavía hay que comprobarlo: los técnicos de la región, sobre todo los del centro y norte, quieren pruebas y están esperando los resultados de las trampas de monitoreo del insecto.