Luego de la emisión de pesos para la compra de dólares en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), el BCRA se comprometió a vender dólares por el equivalente a los pesos emitidos en el mercado financiero, esterilizando la emisión inicial.
Si bien la medida efectivamente permitiría extinguir otro factor de emisión, despertó preocupación en los mercados debido a la consiguiente menor acumulación de reservas que implicaría.
Según un análisis efectuado por Fyo, esta medida no solo atañe al mercado financiero, sino que tiene un impacto directo sobre el sector exportador agropecuario, ya que actualmente liquida sus divisas en un 80% al tipo de cambio oficial y 20% a la cotización del Contado con Liquidación (CCL).
De esta forma, una caída en el CCL producto de la intervención del BCRA, desmejorarían el tipo de cambio al que liquida el sector exportador.
Actualmente, luego de la caída en los dólares financieros de inicio de semana, el “Dólar Blend” implica una mejora cambiaria del 9% para la exportación, cuando la semana pasada representaba un 11%.
Esto se da en un contexto de pesados fundamentos bajistas para los precios de los granos a nivel internacional.
EL MERCADO ESPERA
En el caso de la soja, la mejora del “Dólar Blend” es equivalente a USD 24 (dólares oficiales) por tonelada.
A esto se le debe sumar un panorama que hacia adelante no es precisamente alentador en términos de la capacidad de pago de la industria aceitera, producto de un mercado FOB de subproductos que se encuentra actualmente invertido.
La caída en el tipo de cambio podría generar la pérdida de estímulo al productor agropecuario a vender su producción. Esto se da un marco en que la comercialización de la campaña de soja 2023/24 se encuentra atrasada con relación al promedio para la fecha.
Lo que se lleva vendido con precio puesto (ventas a precio + fijaciones de mercadería) totaliza 15,1 millones de toneladas, aproximadamente un 30% de la producción, algo por debajo del 34% que marca el promedio a la fecha, y del 36% que llevábamos el año pasado.