Por medio del decreto 557/2024 –firmado por el presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Economía Luis Caputo–, el Gobierno nacional prorrogó por otro año más la exención del pago de retenciones para las exportaciones de lácteos.
Se trata de una medida que se tomó por primera vez en octubre del año pasado, y estuvo impulsada por el ese entonces “súper ministro” de Economía, Sergio Massa; y que la administración de Milei decidió continuar durante el inicio de su mandato.
La prórroga vencía este 30 de junio y el Gobierno decidió extenderla hasta la misma fecha, pero de 2025. En rigor, ya lo había anunciado en mayo pasado y ahora lo oficializó.
De todos modos, también decidió mantener sin cambios los niveles de reintegros; es decir, no aumentarlos, aduciendo que puede impactar en la reducción del gasto público.
“Prorrógase desde el 1° de julio de 2024 hasta el 30 de junio de 2025, inclusive, el nivel del Reintegro a la Exportación establecido en el artículo 2° del Decreto N° 9 del 3 de enero de 2024, para los productos elaborados con leche, leche bovina, bebidas a base de leche, caseína y sus derivados, alcanzados por las disposiciones del artículo anterior”, agrega el texto normativo.
LÁCTEOS SIN RETENCIONES: LOS FUNDAMENTOS
A la hora de argumentar esta decisión de mantener en 0% la alícuota de retenciones a los lácteos, el Gobierno señaló que “es preciso contextualizar la situación del mercado lácteo, fluctuante ante diversos elementos, entre los que se encuentran las condiciones climáticas que repercuten en sus precios y costos internacionales”.
En este marco, consideró que gracias a esta decisión “se evidenció un paulatino pero constante crecimiento interanual en los volúmenes de exportación de los productos lácteos; esto, incluso a pesar de contar con precios promedios de exportación más bajos que meses anteriores, dando cuenta de que aumentó la posibilidad de concreción de operaciones, a mayor resguardo de las fluctuaciones en la cotización internacional”.
También destacó que la mejora del tipo de cambio exportador ocurrida a partir de diciembre de 2023, junto a esta eliminación de retenciones, derivó en “un impacto positivo en el precio pagado al productor y en la rentabilidad del tambo promedio, que lleva una tendencia positiva en los últimos meses, con valores que no se registraban desde el mes de marzo de 2020″.
Por estos motivos, para el Gobierno, “es preciso sostener las mismas variables de los últimos seis meses, toda vez que las perspectivas a futuro muestran una suba en los niveles de producción, en virtud de la mejora de las condiciones climáticas, promoviendo el crecimiento del mercado lácteo en su totalidad para sus diferentes actores, así como el desarrollo e incentivo de la producción y el agregado de valor nacional, impulsando las ventas a mercados internos y externos”.
Sin embargo, en lo que respecta a los reintegros a la exportación, el decreto explica que “se ha evidenciado que el retorno de dichos reintegros no solo implicaría una alta erogación para el Estado nacional, en un período de optimización y reducción del gasto público, sino que además alteraría el desarrollo de un mercado lácteo transparente y competitivo”.
En tal sentido, “es preciso otorgar al mercado mayor previsibilidad entre los diferentes eslabones de la cadena láctea, tanto en la etapa de producción como de industrialización, procurando fomentar un crecimiento del desarrollo de las economías regionales, así como un incentivo a inversiones e ingresos de divisas”.
A raíz de esto, es que el Gobierno mantuvo los reintegros en los niveles en los que estaban, sin volver a reponerlos a los valores anteriores.