La provincia de Misiones vive horas de tensión: a las protestas y acampes que se viven en la capital, Posadas, se le suma por estas horas un conflicto en la cadena de la yerba mate, una economía más que fundamental para la región.
A más de 300 kilómetros hacia el norte de Posadas y casi llegando a Brasil se ubica Comandante Andresito, una localidad de más de 20.000 habitantes que se creó a fines de la década del 70’ con el fin de evitar la ocupación ilegal en una zona verdaderamente estratégica para el país.
Allí la actividad yerbatera toma la delantera entre las producciones que más empleo generan junto a la ganadería y la forestación.
Y justamente el sector yerbatero es el que este lunes por la tarde encabezará una reunión crucial para analizar los pasos a seguir por un eventual plan de medidas de fuerza de parte de los productores, que podría incluir hasta cortes de rutas.
El Gobierno afirma que el INYM seguirá interviniendo para fijar el precio de la hoja de yerba mate
Entre los principales destinatarios de los reclamos están las autoridades del Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM).
Pero también, la carga impositiva ubica a la Provincia y el Estado Nacional entre los destinatarios. Y la importación de yerba fue una de recientes decisiones políticas que decantaron en un estado de situación que algunas personas consultadas por Infocampo señalaron con claridad.
“Los ánimos están muy caldeados”, afirmaron. La baja de precios de las cotizaciones agiganta las tensiones.
LA YERBA MARTE, CONTRA LA CARGA IMPOSITIVA
Esta tarde desde las 17:30 un importante grupo de productores de la zona se reunirá para “aunar criterios” y analizar el proceder.
“Si se frena o no se frena la importación de yerba será un paliativo. Acá el problema gravísimo que tenemos es la carga tributaria porque tenemos un 46% de impuestos sobre balanza de la yerba mate, cuando Paraguay apenas tiene un 10%. Nunca podemos ser competitivos”, afirmó Víctor Chamula, productor yerbatero y ganadero de Andresito.
Chamula, veterano de guerra en Malvinas, participó la semana pasada de un encuentro en la Cámara de Diputados de la Nación, donde un grupo de expositores de la actividad viajó hacia Buenos Aires para exponer el cuadro de la delicada situación, tal como lo muestra este video de El Territorio.
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“Yo creo que acá tenemos que juntarnos todas las partes: Gobierno, exportadores, industriales, productores y empezar a trabajar pero en una mesa de trabajo de diálogo con datos, números, ver cuáles son las cosas que tenemos que corregir, si tenemos que bajar impuestos, etcétera, etcétera. Para que seamos competitivos ante los países limítrofes. No con imposiciones absurdas”, pidió Chamula.
Para Chamula la importación que habilitó el Gobierno Nacional se realizó “fuera de tiempo”, en la antesala a la cosecha gruesa. Eso, acusan en el sector primario, lo que logró es que se acumule materia prima sin levantar de los campos ya que en muchos casos los empresarios molineros ya habían logrado abastecerse.
“Tendría que haberse levantado la cosecha nacional primero”, lamentó. Y con ese argumento fue lapidario con el INYM.
“Por no haber una mesa de trabajo que evaluara si hacía falta la importación llegamos a este punto. El INYM se prostituyó: no tiene representatividad, no tiene confiabilidad, no tiene nada”, cargó con dureza.
“Es persecutor, recaudador y utiliza los recursos para pasearse por el mundo”, calificó y lamentó que “la gente honesta” que trabaja en el instituto tenga “las manos atadas”.
LA YERBA ARGENTINA, VERSUS PARAGUAY Y BRASIL
Sin embargo planteó que la problemática que “los productores observan con respecto al INYM no es un problema para solucionarlo hoy”.
Ante el panorama, los productores temen que la pérdida de competitividad se traduzca en mayores exportaciones desde el lado paraguayo o brasileño, en detrimento de la yerba argentina. Y el profundo bajón de precios es lo que hoy en día desparrama la sal en la herida.
“Hemos perdido hasta $100 por kilo. No hay manera de producir con esos valores”, lamentó Chamula, que agregó: “Le corresponde a las autoridades ponerse el saco, al que le quepa. El reclamo es precio y plazos de pago, porque nos están ofreciendo hasta 120 días. No hay manera de sostener esto ni levantar la cosecha”.
En este punto el reclamo de parte del sector primario por el precio y su inconveniencia hace contacto con la importación de yerba mate: aseguran que si bien puede ayudar a planchar los precios en góndola y aliviar bolsillos de los consumidores, en el mediano plazo podrían verse las consecuencias negativas de la medida a causa de la menor actividad generada desde campos argentinos.
“Hay riesgo de que el productor se quede con hasta un 50% de la hoja verde en el campo, sin levantar. ¿Qué pasará? Cuando vos entregás la mitad de producto indudablemente cae en ese mismo término la recaudación de la interzafra, la corresponsabilidad gremial, etc. Eso dejará de ingresar a las arcas del Estado. Y eso se traducirá en que no aumentarán las cargas sociales”, vaticinó.
Jorge Butiuk también es productor de yerba mate pero de Apóstoles, en el sur de la provincia. El panorama que comenta es bastante similar al de Chamula.
“No le están cobrando impuestos a la exportación mientras que nosotros tenemos que pagarlos, y un montón. Esa diferencia le queda mucho más favorable a los industriales y eso hace caer totalmente el precio al productor”, lamentó.
LOS RECLAMOS EN POSADAS
A la vez, en simultáneo, en la capital de Misiones el panorama es bastante más crispado. Un largo conflicto con personal de seguridad policial, docentes, médicos y otros gremios vinculados al universo estatal están en pie de lucha con un acampe en la zona.
Ante el panorama, trabajadores molineros de Andresito y cosecheros evalúan sumarse a las protestas y viajar los más de 300 kilómetros que separan al pueblo limítrofe con Posadas. Eso se definirá en la tarde de este lunes durante la trascendental reunión que realizarán los productores.