El sacudón que ha representado para la producción agrícola argentina la proliferación de la chicharrita del maíz y de las enfermedades que causa en el cereal, afectando notoriamente su rendimiento, ha hecho que el aspecto sanitario esté al tope de las preocupaciones de los productores.
En ese sentido, contar con más y mejores herramientas de control de insectos, hongos y bacterias se torna fundamental, y en ese proceso se inscribe Summit Agro, que en el marco de A Todo Trigo lanzó una herramienta biológica complementaria a los fungicidas, que permite a los cultivos activar su máximo potencial de defensa.
Se trata de Taisei, un nuevo bioactivador y bioinductor, que puede utilizarse en trigo, cebada y soja, y que lo que permite es que estos cultivos soporten mejor la amenaza de cualquier patógeno o estrés ambiental, lo que a la larga redunda en una mejor calidad de grano y un mayor rendimiento, minimizando aplicaciones.
UN “BIOACTIVADOR” DE LAS DEFENSAS
Sofía Talaro, jefa de Productos Biológicos de Summit Agro, explicó a Infocampo que este lanzamiento forma parte de la estrategia de la compañía de “acompañar al productor con soluciones innovadoras y de bajo impacto ambiental”.
Además, destacó que es una innovación desarrollada en Argentina, pero que la empresa ha llevado a nivel global.
“El objetivo con estas biosoluciones, como Taisei, es potenciar los rendimientos y también mejorar la relación de costo-beneficio que tiene que afrontar el productor día a día”, puntualizó Talaro.
Entre otros aspectos, una de las ventajas de Taisei es su formulación 10 x, más concentrada, lo que otorga una mayor practicidad de uso y un menor costo de logística. En otras palabras, crea una respuesta inmune en el cultivo con un bajo costo metabólico, sin riesgos de resistencia.
Además, se trata de un producto que cuenta con la certificación correspondiente para la agricultura orgánica.
UN HERBICIDA BANDA VERDE
En paralelo, Summit Agro también aprovechó la presencia en A Todo Trigo para recordar los beneficios de Yamato Top, un herbicida de reciente lanzamiento, perteneciente a una nueva familia química, las Isoxazolinas, que actúan inhibiendo la síntesis de ácidos grasos de cadena larga, afectando la división celular y su emergencia.
Adrián Martínez Van der Dooren, gerente de Marketing de la empresa, afirmó que es una herramienta muy importante, que se utiliza en presiembra de trigo y cebada, y con un control que supera el 90% para malezas como raigrás y avena, aunque también es efectivo para amaranthus spp y gramíneas anuales (eleusine, digitaria o echinochloa, entre otras).
El ejecutivo precisó que tiene suspensión concentrada y formulación líquida, amigable con el ambiente –es banda verde– y de aplicación con dosis bajas, de entre 180 y 210 centímetros cúbicos por hectárea.
Además, tiene como otra ventaja que no se lixivia.
Por último, el Product Manager de la Línea Biológicos de Summit Agro Sudamérica, Alex Helmlinger, se refirió al mercado de productos biológicos en general, y al crecimiento exponencial que está teniendo no solo en la Argentina, sino en toda la región.
“Está aumentando a tasas muy relevantes, entre el 10 y 15% anual, cuando el mercado de productos químicos está en apenas 0 o 1%”, indicó el ejecutivo oriundo de Chile.
Para Helmlinger, “hay tremendas oportunidades en Argentina para empezar a usar los biológicos a la par de los productos químicos”, y relató también los avances que se están logrando con nuevos desarrollos que amplían la oferta de este tipo de insumos.
“Además de las tecnologías actuales a base de microorganismos o extractos de plantas, se están pensando otras como ARNi (ARN de interferencia), similar a lo que se hizo con las vacunas en la pandemia. Hay muchas compañías pensando en esto de las vacunas para plantas”, ejemplificó.
