IF Ingeniería en Fertilizantes, es una empresa nacional convencida de su aporte social, que diariamiento profundiza su trabajo sobre el camino de la sustentabilidad, tanto es así que está trabajando en post de desarrollar su marca como Empresa B.
Vale recordar que este tipo de empresas son las que certifican que están comprometidas con un sistema económico que beneficia al planeta y a todas las personas que allí habitan.
Miden su impacto social y ambiental y se comprometen de forma personal, institucional y legal a tomar decisiones, considerando las consecuencias de sus acciones a largo plazo en la comunidad y el medioambiente donde se desempeñan.
En ese marco, la ingeniera agrónoma Carolina Meiller, líder de la unidad de negocios Campos de IF, dio cuenta el rol responsable que la firma tiene en la sociedad productiva y comunitaria.
“El mayor desarrollo productivo a campo lo tenemos en la zona del sudoeste de la provincia de Buenos Aires, pero por diversificación espacial y climática, estamos apostando a siembras asociadas en otras zonas productivas”, cuenta la entrevistada, quien se encarga de la planificación, gestión y ejecución de la producción agrícola/ganadera de IF.
“Abarcamos todas las etapas de la cadena de valor, desde la comercialización de agroinsumos, en su mayoría fertilizantes, bioinsumos, bioestimulantes, producción agrícola, acopio de granos, hasta asesoramiento agropecuario y servicio de logística”, cuenta Meiller, sobre las actividades que desarrolla la empresa, destacando que, en cada área de trabajo, la responsabilidad sobre el cuidado del medio ambiente es prioritaria para la empresa.
COMPROMETIDA CON EL CAMBIO CLIMÁTICO
A lo largo de su historia, la firma logró basar su crecimiento en innovación constante en Agricultura Sustentable, en el cuidado del ambiente y en el compromiso con las comunidades en donde desarrolla sus actividades.
“Nuestra misión es trascender como organización, comprometidos con el desarrollo de las personas, sus relaciones y comunidad, gestionando bienes y servicios”, aportó Meiller.
La ingeniera agrónoma sostiene que el propósito de su trabajo es promover la regeneración, estimulación, fertilidad y biodiversidad de la tierra.
“Trabajamos en la contribución del cambio climático, comprometidos con los objetivos del desarrollo sostenible de Naciones Unidas 2050 (ODS)”, reflexionó.
Dentro de las acciones para la mitigación del cambio climático, en especial la reducción de la huella de Carbono, IF se posiciona en el proceso de priorizar la salud del suelo, logrando ser más eficientes en el uso de químicos, reemplazando parte de ellos por insumos de origen biológico.
“Buscamos ser más eficientes en la utilización de los nutrientes y por ende disminuyendo el aporte químico de ellos. También incursionamos en el uso de las variables de precisión, para optimizar el uso de los insumos”, explicó.
Desde el sector productivo, además de producir bajo el sistema de siembra directa, abordan en la transición de implementar la medición de los procesos productivos, para así evaluar los niveles en los que se encuentran, y trabajar en post de mejorarlos.
“El reciclado de envases, la protección de uso para los mismos, son otras variables para mejorar las buenas prácticas agrícolas y la llevamos adelante siempre”, recordó.
SUSTENTABILIDAD EN PRODUCCION
En IF los productos de desarrollo propio van en este sentido: pregonando la sustentabilidad del sistema. Por eso, presenta dos soluciones de gran potencial para los cultivos, con características innovadoras.
- FRONDA, un fertilizante foliar nitrogenado, formulado con un exclusivo bioestimulante, conformado por un consorcio microbiano nativo, sus metabolitos asociados, ác. húmicos y fúlvicos de elevado valor biológico.
- SOLUM, un innovador fertilizante nitrógeno-azufrado líquido con la incorporación de una exclusiva fórmula bioestimulante, diseñada para etapas de alto requerimiento de nitrógeno, especialmente recomendado para las fases de desarrollo y crecimiento vegetativo del cultivo.
“Ambos fertilizantes, mejoran los rendimientos, la fertilidad del suelo, la eficiencia en el uso de nutrientes y la tolerancia de las plantas a diferentes factores estresantes ambientales”, aseguró la especialista.
Con estos productos, la compañía brinda una solución adicional a la protección de los cultivos que, con su adopción, permite que las plantas concentren su energía para producir alimentos, aumentando a su vez la actividad biológica del suelo y reduciendo los efectos del cambio climáticos.
“Trabajamos en el pilar de la bioinnovación, apuntando a la sostenibilidad y salud de nuestros agroecosistemas. En nuestro laboratorio, desarrollamos investigaciones en biotecnología para ofrecer a nuestros clientes soluciones hacia prácticas agrícolas más rentables y sostenibles”, advierte Meiller.
EL CAMINO DE LAS BUENAS PRÁCTICAS
En relación a las Buenas Prácticas Agrícolas, BPA, IF está vinculado fuertemente a Aapresid y a sus principios. Tanto es así que está cerca de transformarse en empresa de agricultura certificada inicial, para luego desarrollar un camino de superación.
“En constante capacitación y trabajo en red con instituciones y organizaciones que promueven desarrollos sostenibles, es que nos comprometemos como empresa a estar presentes en encuentros, congresos, y promoviendo los conocimientos que vamos adquiriendo para poder mejorar las variables que nos afecten negativamente”, expresó.
También destacó que se capacitan en temas relacionados específicamente con “la investigación y el desarrollo de nuestros procesos productivos”, a través de universidad e instituciones técnicas.
Por otra parte, desde lo social, cuenta con una mirada de relacionamiento a largo plazo, con quienes participan de esta empresa y con la comunidad que los rodea.
“Trabajamos en organizar encuentros a través de las escuelas/colegios, para comunicarles los conocimientos y tendencias de la producción responsable. Que ellos puedan ser agentes de cambios y colaboradores claves en las soluciones hacia prácticas agrícolas más sustentables”, indicó.
A través de sus actividades de concientización ambiental, desde hace tiempo impulsa el concepto de Economía Circular, reciclaje y compostaje, acciones que tienden a reducir el impacto ambiental.
“Como objetivos sociales queremos organizar días asociados a la familia, a las recorridas a campos y jornadas de limpieza de cooperación”, insiste la entrevistada, mostrando su impronta de representación en la sociedad.
Lo hace sabiendo que la responsabilidad social comienza por dentro: “Trabajamos en generar juntos prácticas organizacionales que mejoren la calidad de vida, y así promover mejoras en el desempeño colectivo”, concluyó.