En los primeros meses del año, la molienda de soja comenzó a mostrar algunos signos de reactivación.
Esta mejora, además de aumentar el uso de la capacidad instalada del polo de crushing, empezó a evidenciarse en el aumento de los despachos de subproductos, como el caso de la harina.
Los datos oficiales reflejaron esta tendencia, con exportaciones de harina de soja que entre enero y febrero acumularon 5 millones de toneladas.
La cifra representó una mejora interanual del 41%, aunque se mantienen un 9% por debajo de las 7,7 millones promedio de los últimos cinco años para ese lapso.
EXPORTACIONES DE HARINA DE SOJA
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) cotejó esta información con las estadísticas que llegan desde el exterior. En este punto, Oil World calculó que durante el primer trimestre, las exportaciones mundiales de harina de soja aumentaron un 19%, llegando a un volumen récord de 17,2 millones de toneladas.
“El mayor crecimiento año a año se advirtió para Argentina, que habría alcanzado, según datos preliminares de la entidad, ventas externas por 2 millones de toneladas durante el mes de marzo”, señalaron desde la entidad rosarina, en base a los datos de la publicación alemana.
Este desempeño en las ventas se apoya en la mejora de la molienda, que de acuerdo a la Secretaría de Bioeconomía completó 6,6 millones de toneladas en el primer trimestre de 2024.
A partir de este impulso en las ventas externas, Argentina busca recuperar su liderazgo mundial en las exportaciones. La BCR recordó que en la campaña 2022/23, nuestro país fue desplazado del primer escalón del podio por Brasil, tras 25 años ininterrumpidos de supremacía. De mantenerse este ritmo de despachos, la industria local recuperaría ese lugar.
LA SOJA PARAGUAYA SOSTUVO LA MOLIENDA
La entidad rosarina consideró que este mayor nivel de molienda se generó a partir de una disponibilidad de poroto. Para esto, fueron clave tanto la importaciones -que se mantuvieron elevadas- como las compras internas.
“Las importaciones de poroto de soja, provenientes mayormente de Paraguay, ascendieron a 1,4 millones de toneladas de enero a marzo, ubicándose por encima del promedio histórico de importaciones para este período”, estimaron.
En tanto, las compras internas de soja de la campaña 2022/23 totalizaron 3,1 millones de toneladas en el último trimestre de la campaña.
La contracara de este incremento en el crushing y las exportaciones fue la baja en la cotización de este subproducto, que desde abril de 2023 tuvo un retroceso del 25%.
“Queda por ver si este retroceso de precios resulta suficiente para reactivar la demanda mundial vía importaciones, dadas las abundantes perspectivas de oferta, o si las cotizaciones continuarán por sendero descendiente”, concluyeron desde la BCR.