De acuerdo a un informe elaborado por la Sociedad Rural Argentina (SRA), en el lapso de tiempo comprendido entre la siembra gruesa de la campaña 2023/24 hasta la actualidad, se registró un fuerte deterioro en los resultados económicos de soja y maíz.
Este escenario desfavorable se debe principalmente a la caída en los precios internacionales. En el caso de la soja, está un 16% por debajo de los promedios de los últimos 23 años, mientras que el maíz vale un 26% menos tomando el mismo período.
“Esta situación llevará al productor a seguir descapitalizándose. La actual campaña sigue a la sequía más prolongada y severa de los últimos años, lo que incrementa los riesgos de base para el capital invertido durante esta temporada”, advirtieron.
Al momento de medir la rentabilidad de estos cultivos, el trabajo de los ruralistas trazó un panorama por demás preocupante.
SOCIEDAD RURAL: LOS NÚMEROS DE LA SOJA Y EL MAÍZ
En el caso de la soja y tomando como base un rinde estandarizado de 42 qq/ha en el norte bonaerense, el margen bruto actual es de U$S 372.
Este valor es un 55% menor en comparación con febrero del año pasado. y de acuerdo al nivel de rindes, el rojo oscila entre los U$S 30 y U$S 108 por hectárea.
Por el lado del maíz, el escenario es similar. Con una base de 110 qq/ha en la misma región, el margen bruto es de U$S 372 por hectárea, un 72% en relación al año anterior. En este caso, las pérdidas se ubicarían entre U$S 144 y U$S 44.
Al referirse a la comercialización, señalaron que “solo el 2% de la soja y el 9% del maíz tienen precios establecidos”, agregaron desde la SRA.
COSTOS ELEVADOS EN DÓLARES
Los precios en dólares de los insumos importados representan otro dolor de cabeza para los productores agropecuarios.
En este punto, señalaron que hasta el año pasado, los productos importados se ajustaron por dólar libre, a raíz de una combinación de factores: el ritmo lento en la devaluación de la divisa, desacoplado de la inflación y el Impuesto PAIS.
Los números de la economía entre 2020 y 2023 ratifican esta tendencia. Mientras el dólar oficial creció un 503%, el Contado Con Liquidación (CCL) trepó un 1040% y los productos importados aumentaron un 1.109%, en línea con el paralelo.
Entre las medidas que se tomaron a partir del 10 de diciembre con la gestión de Javier Milei, se incrementó el Impuesto PAIS y si bien la brecha cambiaria retrocedió del 127% al 20%, “la incertidumbre persistente sobre la deuda comercial afectó a los importadores, influyendo en los precios de los insumos importados, que se ajustaron por la devaluación del dólar oficial”, explicaron.
Y agregaron: “Entre diciembre y febrero, los precios de los bienes importados aumentaron un 94%, mientras que el oficial creció un 137% y el CCL solo un 28%, dejando así productos muy caros en dólares”.
FERTILIZANTES, CON PRECIOS DISTORSIONADOS
En el caso de los fertilizantes, el informe de la SRA remarcó la distorsión de precios que se registra entre las cotizaciones internacionales y los valores que se pagan en Argentina. Un caso por demás llamativo es la urea, que en febrero tuvo un precio FOB global de U$S 351, mientras que en nuestro país su valor fue de U$S 760, una breca del 117%,
“Durante los últimos 6 meses, esta brecha promedió el 130%, la más alta en 20 años y en enero de 2024, la brecha con el precio internacional superó el 170%, la más alta registrada”, remarcaron. De este modo, mientras el precio FOB cayó un 24% en el último año, el precio interno en Argentina aumentó un 25%.
Un caso parecido quedó en evidencia con el fosfato diamónico (DAP), que en febrero se pagaba U$S 960 a nivel local, mientras que en el mercado global cotizaba a unos U$S 585. En este caso, la brecha es del 65%, mientras que el promedio semestral se ubica en 85%, el diferencial más elevado desde 2009 de acuerdo al informe.
Así, mientras el precio internacional del DAP cayó un 6% en el último año, en Argentina se incrementó un 11%.
En el caso de las semillas, los precios también aumentaron. En maíz, el costo por hectárea de este insumo asciende a U$S 171, un 12% más en la comparativa interanual. En trigo, el gasto llega a U$S 90, un 17% superior en relación a 2023, mientras que en soja y girasol las subas fueron de menor magnitud.