Mientras que los hechos que suceden en Bruselas tomaron el protagonismo central para el mundo agropecuario europeo, con miles de productores que se lanzaron a las rutas con reclamos directos a la Comisión Europea, la situación en otros países de la Unión no dista demasiado.
Este viernes una gran cantidad de agricultores organizaron bloqueos en casi todo el país: se vieron afectados los puertos de Zeebrugge, donde más de 2.000 camiones no pudieron realizar tareas de logística allí y quedaron varados.
“Si las compañías navieras y otros clientes ya no ven nuestro puerto como un eslabón fiable en toda la cadena, trasladarán sus actividades a puertos de los países vecinos”, indicó la concejal del puerto, Annick De Ridder.
“Los daños causados por estas acciones pueden tener consecuencias negativas para el empleo y fácilmente ascender a millones de euros”, sumó.
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Lo mismo sucedió en el centro de distribución de Colruyt en Halle. La misma situación se replicó con un bloque en la frontera con Países Bajos, en la ciudad de Berendrecht.
Pero no solamente los reclamos se plasmaron en conflictos relacionados al comercio exterior: los supermercados belgas buscan por estas horas “romper” los bloqueos con recursos de amparo para que se les permita acceder a la mercadería que hoy está varada en los camiones.
En esa línea, la federación de comerciantes Comeos de Bélgica busca que los productores pongan fin a sus bloqueos en los centros de distribución de varias cadenas de grandes supermercados.
“Los supermercados han acudido a los tribunales y tenemos órdenes de desalojo“, afirmó el director general de Comeos, Dominique Michel.
Según reportó el diario local De Morgen, manifestó: “Nuestra tarea esencial, es decir, abastecer a nuestros clientes, está ahora en peligro. Por eso es necesario eliminar los bloqueos“.
LAS PROTESTAS LLEGARON A LA COMISIÓN
La titular de la Comisión Europea, la alemana Ursula Von der Leyen, había sido meses atrás una de las principales impulsoras puertas adentro de la Unión Europea y también en suelo sudamericano para que se avance en el postergado acuerdo entre el Mercosur y el bloque de la Unión.
Sin embargo, luego de la reciente comunicación oficial de Francia de una negativa al acuerdo, en respaldo -o para descomprimir las protestas locales- de sus productores agropecuarios, la propia Von der Leyen tuvo que abrirse al diálogo sobre concesiones para con el sector primario europeo.
“Debemos defender los intereses legítimos de los agricultores en los acuerdos comerciales, en particular, para asegurar unas condiciones equitativas”, dijo Von der Leyen en esta oportunidad. De este modo se comprometió a que antes de que finalice febrero la Comisión Europea presentará una propuesta que reducir las trabas comerciales y administrativas para con el sector agropecuario.
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Las protestas tienen el trasfondo de una marcada agenda pro ambiental que restringe ciertas prácticas de los productores locales, quienes aseguran que los márgenes de rentabilidad los podrían sacar de la actividad.
Recientemente Von der Leyen más el primer ministro belga, Alexander de Croo, y el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, se reunieron con la agrupación de cooperativas europea, Copa-Cogeca en un diálogo en el que tratarán de dar respuesta a las demandas del campo europeo.
EN ESPAÑA CULPAN A BRUSELAS
Quien salió rápidamente a despegarse y tratar de quedar a salvo de la ira generalizada de los productores europeos fue el Gobierno español, a través de su ministro del área, Luis Planas.
Planas culpó directamente a los dirigentes políticos encumbrados en Bruselas y los acusó de no escuchar a los sectores primarios.
“Si estamos aquí hoy es porque no han sido capaces de dialogar con el mundo rural”, calificó luego de reunirse con distintas cámaras agrícolas españolas. Y sostuvo que “no han sido capaces de hacer con el mundo rural lo que se ha hecho en España desde 2018”.
Uno de los temas calientes es lo relacionado a los alcances del “PAC”, la Política Agrícola Común lanzada desde Bruselas para todo el continente. Y con ramificaciones en todo el mundo también. Planas avisó que España “solo apoyará los cambios de la PAC que protejan los intereses de sus agricultores”.
En este ítem uno de los puntos más álgidos pasa por la obligación de dejar en barbecho parte de las tierras en 2024.
“Muchos de los temas que se discuten en Europa y Francia ya están resueltos en España”, se defendió.
EL TOMATE, LA BATALLA INESPERADA
En medio del caos generalizado, la exministra socialista francesa Ségolène Royal arrojó “nafta al fuego” y fulminó un producto preciado por los españoles: el tomate.
Royal, en una entrevista televisiva, había dicho que el tomate español “no sabe a nada” y que los productos ecológicos “son falsos”, porque utilizan fitosanitarios.
“El tomate español es imbatible”, se endureció el Presidente español, Pedro Sánchez, en defensa de la cadena productiva española.
El tomate español es imbatible. pic.twitter.com/PMBBmL5QQF
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) February 1, 2024
“La señora Royal no ha tenido la fortuna de probar el tomate español”, calificó.
El hecho se suma también a los conflictos que se dieron a finales de 2023 con las disputas fronterizas por el comercio de vino entre los países.
En suelo francés los camioneros españoles que transportaban vino a granel sufrieron bloqueos y hostilidades. Las mismas, acusan desde varios puntos, se mantienen hoy en día y la tensión va en aumento.
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FRANCIA, LA CUNA DE LOS RECLAMOS
Justamente en el sur francés se dieron inicio los reclamos, en la zona de Toulouse hace algunas semanas. Lo que tuvo como primeros chispazos aquellas revueltas por el comercio de vino luego encontró rápidamente la intransigencia de varias cadenas productivas, con argumentos generalizados.
Con ese contexto el Gobierno francés cedió a las presiones de los productores galos y comunicó su negativa oficial a acompañar el acuerdo europeo con el Mercosur.
Los frentes abiertos no eran pocos: se exige el “pago inmediato” de la ayuda proclamada desde Bruselas y que muchos productores acusaban no haberla recibido desde octubre, como también que la ley Egalim, la cual protege al sector ante la cadena de distribución, se aplique eficientemente.
También, el acceso al agua y los alcances del “acuerdo verde” relacionado al PAC, que también preocupaba en España. En Francia es visto como una derrota de la agricultura local en pos de las importaciones, hecho que explica la resistencia innegociable contra el acuerdo con el Mercosur por parte de los productores franceses.
PORTUGAL SE SUMÓ A LAS PROTESTAS
Cerca de la frontera con la ciudad española de Badajoz, los productores portugueses se concentraron y bloquearon la autopista A6 en ambos sentidos en Elvas.
La situación se replicó en varios puntos del país a pesar de que el pasado miércoles el Gobierno portugués comunicó el desembolso de más de 500 millones de euros para asistir al sector, provenientes del discutido PAC.
El Movimiento Civil de Agricultores de Portugal y la Confederación Nacional de Agricultura (CNA) expresaron su solidaridad con los reclamos de Bruselas, lo cual marca una homogeneización del contrincante, aunque no tanto de los reclamos.
ITALIA TAMBIÉN
“Hicimos esta protesta para estar todos unidos porque ya no podemos ganar dinero con nuestro trabajo, ya no obtenemos ingresos. Las multinacionales americanas están comprando nuestras empresas y no vemos salida”, lamentó Denis Franchini, de la empresa agrícola ‘Tumbena’ ante el periódico Il Resto del Carlino.
Franchini comentó que se le envió una carta al gobierno italiano. “Pedimos que nuestra delegación de agricultores esté entre los que tienen que hacer las leyes, y hasta que tengamos una ley del Estado que nos dé una mano, seguiremos protestando”, aseguró.
Las palabras del empresario agropecuario son el reflejo de protestas generalizadas por toda Italia, las cuales guardan gran similitud con las del resto de los productores europeos.