La caída en los precios internacionales de la carne vacuna tuvo un impacto directo en las arcas fiscales.
De acuerdo a un informe elaborado por Juan Manuel Garzón y Franco Artusso, del Ieral de la Fundación Mediterránea, el aporte de este complejo exportador en retenciones fue de U$S 243 millones, unos U$S 72 millones menos en la comparativa interanual.
El dato toma relevancia en medio de la polémica en que estuvieron encerrados los derechos de exportación, ante la intención del Gobierno de subirlos, algo que finalmente por ahora se descartó.
La cadena de la carne bovina viene tributando una alícuota del 9% e iba a pasar a abonar 15%.
LAS RETENCIONES A LA CARNE
Para los autores del trabajo, el bajón del último año tiene relación con la caída en los precios internacionales, porque los volúmenes exportados durante 2023 fueron más elevados y no hubo cambios en las alícuotas de las retenciones.
“Las mayores contribuciones del complejo a la recaudación de los derechos de exportación se habrían alcanzado en los años 2009 y 2022, con USD 318 y 315 millones, respectivamente”, calcularon.
De esta manera, en los últimos 15 años el cálculo de Garzón y Artusso da que los frigoríficos llenaron las arcas de la AFIP con casi U$S 3.000 millones (U$S 2.972 millones), a un promedio de U$S 230 millones por año (teniendo en cuenta que, en rigor, en 2016 y 2017 las retenciones se habían quitado).
EXPORTACIONES EN BAJA
El año pasado, el crecimiento en los volúmenes despachados no logró compensar la caída de los precios internacionales. China pagó menos y el impacto en los ingresos de los frigoríficos exportadores fue notorio.
En este contexto, desde el Ieral calcularon que el promedio de las exportaciones de carne vacuna fue de U$S 3.712 por tonelada, un 30% de los valores alcanzados en 2022.
“Se trata de uno de los valores más bajos de los últimos 20 años, el precio medio del 2023 fue un 35% inferior a la media histórica”, advirtieron.
PERSPECTIVAS PARA 2024
Con respecto al escenario para las exportaciones de este año, Garzón y Artusso consideraron que estarán condicionadas por la dinámica del mercado externo, lo que suceda con el ciclo ganadero y el consumo interno.
“En lo que hace al mercado global, las importaciones de China se mantendrían relativamente estabilizadas, respecto a los últimos dos años y en torno a los 2,7 millones de toneladas”, agregaron.
Un dato a tener en cuenta es que el consumo global del gigante asiático en todas las carnes es elevado para su nivel de ingresos y se acerca al nivel de los países desarrollados.
Al analizar la oferta global, todo parece indicar que el mercado estará bien abastecido por los exportadores de los grandes jugadores, entre los cuales se destaca Brasil y Australia. En un segundo escalón se ubican la India y Estados Unidos y en un quinto lugar Argentina -con también un probable buen aporte este año- Argentina.
“Con este panorama, es probalble que los precios globales se mantengan bajo bastante control“, concluyeron.