Los intentos de los dirigentes sudamericanos y europeos por llevar el Acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur recibieron este fin de semana un duro golpe: Francia comunicó oficialmente que no acompañará un entendimiento comercial.
Si bien el sector agrícola francés había sido históricamente uno de los bastiones europeos más difíciles de abordar para quienes buscaron a lo largo de los años alcanzar a un acuerdo entre los distintos bloques de países, en los últimos días las protestas en Francia habían recrudecido y el Gobierno de Emmanuel Macrón decidió descomprimir la situación.
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“Ustedes han querido enviar un mensaje. He venido a decirles que el mensaje ha sido recibido alto y claro, y que les he escuchado“, fueron las palabras del primer ministro Gabriel Attal ante las protestas.
Sin embargo la tensión con el sector agropecuario francés no se originó exclusivamente con el capítulo de la negociación con el Mercosur, sino que también se dieron focos de conflicto en las últimas semanas con la integración comercial para con los productores vitivinícolas de España, como también del ingreso comercial de Ucrania a la Unión Europea.
En el primero de los casos las protestas fueron el marco de violentos bloqueos terrestres en pasos fronterizos al sur del país, con camiones cisterna saboteados y el vino rodando por el pavimento.
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Para el segundo de los casos la protesta más dura se dio en Francia, pero los reclamos tuvieron eco en distintas partes de Europa y reflejan un malestar generalizado entre el sector primario de la Unión.
El temor de los productores locales es que a raíz de las desregulaciones a las importaciones de productos agrícolas ucranianos haya impactos en las cadenas locales de producción de cereales y azúcar.
A principios de mes un reclamo fronterizo en el sur de Polonia graficó la tensión relacionada a este punto.
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LOS INTENTOS DE ACUERDO
Ante la intención de la Comisión Europea de negociar por los 27 países de la Unión Europea, por acuerdo comercial y político con los 5 países que conforman el Mercosur, la negativa francesa marca ahora un duro regreso a los inicios de las gestiones.
La situación se da luego de que, la semana pasada, los cancilleres del Mercosur informaran oficialmente de la intención de acordar con el bloque europeo.
A lo largo de 2023, al son de los primeros meses de Luiz Inácio Lula da Silva al mando del Gobierno de Brasil, el bloque regional buscó agilizar los procesos de ese acuerdo. Incluso durante una gira por Europa defendió la autonomía de los países sudamericanos para llevar adelante sus producciones, pero siempre con la intención de abordar un acuerdo.
Cancilleres del Mercosur y Bolivia se reúnen en Asunción, en el marco de la Presidencia Pro Tempore de Paraguay. pic.twitter.com/10duuPOpaq
— Ministerio de Relaciones Exteriores (@mreparaguay) January 24, 2024
Incluso, a mediados del año pasado la titular de la Comisión Europea Úrsula Von Der Leyen se había reunido con el expresidente Alberto Fernández y ratificó en Buenos Aires la intención del bloque europeo de alcanzar un acuerdo.
“Todos tenemos voluntad de llegar a un acuerdo. Los obstáculos están en nosotros y tenemos que empezar a removerlos. No es tan difícil removerlos si la voluntad política existe. Y de nuestra parte existe. Solo pedimos un acuerdo equilibrado, en el que todos ganemos”, dijo en ese momento el expresidente Fernández.
Sin embargo la profundización de la protesta de los productores franceses cambió el curso de las negociaciones.
FOCO DE CONFLICTO EN PARAGUAY
“Manifestamos nuestra disconformidad y preocupación con la pretensión de pactar mecanismos coercitivos de exportación, que impliquen menoscabos a los derechos y soberanía de nuestra república”, dijeron el fin de semana desde la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod) de Paraguay.
La organización nuclea a 34 cooperativas de producción sostiene que el acuerdo violaría el principio de “libre competencia”.
“Nuestra agenda de desarrollo no puede ser bloqueada bajo el pretexto de una cooperación“, cerraron.